Un Cornellà central

Los defensas son un buen ataque. Un gol de cada uno de los zagueros del Cornellà dio al conjunto verde una nueva victoria en casa ante un CD Ebro vulnerable. Los visitantes se adelantaron en el marcador pero no supieron mantener la ventaja. De hecho, tan solo les duró siete minutos. El empate de Borja fue el comienzo de una remontada que tuvo lugar antes del intermedio y que en el segundo tiempo se agrandó con el gol de Manu Torres.

Los errores defensivos dieron lugar a un primer tiempo movido en el marcador. Ambos equipos gozaron de ocasiones fruto de despistes del rival. El equipo arlequinado, dirigido por Manolo González, falló más y, en consecuencia, el Cornellà gozó de más llegadas y no las desaprovechó. El equipo de Xavi Calm fue capaz de darle la vuelta al gol inicial de Teo antes del descanso. Sin un dominio claro, los verdes encontraron en acciones puntuales la capacidad de generar peligro.

El balón parado fue el aspecto del juego más fructífero para los dos conjuntos. Los cuatro goles llegaron a partir dejugadas de estrategia. Entrar en ese juego con el Cornellà en el Nou Municipal es demasiado peligroso. Ahí, los de casa son los reyes y lo demostraron. El equipo de Calm generó cuatro ocasiones claras a través de la estrategia y metió tres. Cada una con un finalizador diferente, un dato que habla del tremendo peligro que tiene el equipo del Baix Llobregat en este tipo de acciones y del amplio abanico de efectivos con el que cuenta para llevarlas a cabo.

Los goles mandaron en lo anímico. El Ebro encajó mal el golpe que supuso la igualada obra de Borja. El Cornellà empató por su efectividad en la acción concreta, no tuvo una reacción especialmente positiva al tanto visitante. En cambio, a partir del empate sí mostró una mejor versión y dio cierta de sensación de control, no tanto de la posesión del balón si no del ritmo del partido. Las ocasiones llegaron fruto de lo de siempre: centros y balón parado. Lo cierto es que los locales fueron muy productivos en ese sentido. En ese contexto llegó el 2-1 de Goldar en un córner muy cerrado en el que el zaguero se anticipó.

La victoria parcial del Cornellà al descanso dio lugar a un inicio de segundo tiempo en la que los de casa salieron muy seguros. El Ebro quiso voltear la situación pero se encontró frente a un muro infranqueable. La sensación era que el grifo de los goles había estado abierto en el primer tiempo y ya se había cerrado. Aun llegó uno más, pero del lado del equipo que iba con ventaja. En un segundo centro tras un saque de esquina, Torres encontró en el segundo palo una posición ideal para rematar cruzado y poner el balón fuera del alcance del meta.

La dinámica se mantuvo con el 3-1. Un equipo local con la situación muy controlada y un visitante que quería romper ese control pero no pudo. Ni se acercó a tumbarlo. “La victoria del Cornellà es justa”, reconoció Manolo González en rueda de prensa. Por su parte, Xavi Calm valoró el acierto de su equipo a balón parado: “es un aspecto clave, lo trabajamos mucho y los jugadores se lo toman muy en serio”. Fue ese aspecto del juego el que decidió el partido, como tantas otras veces en el Nou Municipal.