Un 2018 de oro

Los bermellones cierran un año lleno de alegrías con un ascenso incluido

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Se acabó el 2018, el año de la vuelta a la LFP. El décimo octavo año del Siglo XXI ha dejado muchas alegrías en la parroquia bermellona. Tras empezar el año en el infierno de Segunda B, el Mallorca volvía al fútbol profesional de la mano de Vicente Moreno y Dani Pendín. El valenciano capitaneó con velocidad de crucero al conjunto mallorquín, en el terreno de juego, Salva Sevilla se erigía como brújula de un equipo que subió dejando unos números estrtosféricos en su breve paso por la categoría de bronce. Junto al almeriense, Abdón Prats , Raillo, Lago Junior o el capitán Xisco Campos se levantaron como estandartes del equipo. Con su regreso a Segunda, la afición volvía a saborear una alegría tras duros años donde el club navegaba a la deriva y ahora vuelven a sentirse indentificados con un grupo de jugadores

Abdón P`rats celebra un gol ante el Alcorcón.

Estos 12 meses se pueden resumir en 5 momentos claves en el devenir anual. El primero de todos llegaba el día 21 de enero, en plenas fiestas patronales de Palma, el Mallorca recibía en su feudo al eterno rival de la ciudad palmesana 38 años después. Son Moix se vestía de gala para vivir un derbi apasionante y con mucha rivalidad. El partido no defraudó y el Mallorca se llevó la victoria por 3-2 tras remontar el tanto inicial visitante. Aridai -debutaba ese día-, Salva Sevilla y por último Álex López hicieron callar a los 900 balearicos que se desplazaron hasta Camí dels Reis y hacer estallar a los 14.000 mallorquinistas que acudieron a vivir tan ansiado partido.

Tras meses de lucha, llegaba el 6 de mayo. Los bermellones buscaban el título de campeones del grupo III ante el Badalona. Una semana antes el conjunto entrenado por Vicente Moreno perdia su primera oportunidad en La Nova Creu Alta ante el Sabadell, pero esta segunda oportunidad no la dejaron pasar. Otra victoria para el casillero bermellón que significaba quedar campeón del grupo y evitar tres rondas de playoff. Ese día Son Moix cantó a todo pulmón eso de “Campeones” y afición y jugadores se unieron en uno para celebrar ese campeonato conmemorativo.

Los jugadores del Mallorca celebran el ascenso.

Ese primera posición le otorgó al Mallorca la opción de quedar encuadrado en la fase final del playoff del ascenso. En el sorteo, la suerte deparó un Mallorca- CD Mirandés, los dos equipos más fuertes de la Segunda División B. La ida se disputó en Son Moix y los fieles bermellones no fallaron a la cita, milles de mallorquinistas acudieron en masa a animar a su equipo. La afición no falló y los jugadores tampoco. Un partido soberbio de los de Moreno dejó sentenciada la eliminatoria. Los mallorquinistas arrollaron a un Mirandés que no cumplió con las expectativas y fueron a Miranda con la fase final casi perdida.

La vuelta quedó marcada por la polémica de las aficiones. Desde el Mirandés solo daban 300 entradas con la intención de crear un infierno para los baleares. La respuesta mallorquinista fue una demanda de 1.500 entradas y aficionados que fueron por su cuenta,a Anduva. Al final, el infierno fue bermellón y las víctimas fueron los jabatos del Mirandés. Un empate sin goles le dio al Mallorca el tan ansiado ascenso. Un paso fugaz por Segunda B que empezó y finalizó en el mismo lugar.

La celebración del ascenso dejó infinitas imágenes de felicidad en Mallorca. Miles de mallorquinistas llenaron la Plaza de Las Tortugas y La Plaza de Cort para recibir a los jugadores como héroes. Tras la celebración del ascenso, llegó la resaca del mismo, acompañada de la eliminatoria por el título ante el Rayo Majadahonda. Dos partidos bastante incómodos que se saldaron con dos victorias para el Mallorca. El gol de Xisco Campos puso la guinda a una temporada magnífica.

El paso por la categoría de bronce sirvió para muchas cosas, pero sobretodo para volver a acercar a la afición a los jugadores y no volver a cometer los mismos errores que llevaron al club a esa situación. Con la vuelta al fútbol profesional, el Mallorca afrontaba ese retorno con la máxima ilusión y así lo demostró en el primer partido de La Liga 123. Los barralets recibían a un coco de la categoría y estuvieron a la altura. Un gol de Abdón desde el punto de penalti le dio los tres primeros puntos en una temporada realmente ilusionante.

Aridai celebra un gol ante el Badalona.

Actualmente el equipo se encuentra en una situación más que envidiable. Octavos a 2 puntos del playoff de ascenso a Primera División. El momento deportivo del equipo ha hecho que la afición se ilusione y empiece a soñar con cotas más altas. En la isla, con calma, se empieza a hablar de posible ascenso aunque primero quieren asegurar la permanencia y ya luego aspirar a ese momento mágico que es volver a la mejor liga del mundo.

Se acaba el mejor año de la historia reciente del Mallorca, el año del que alguno habla de refundación. Unos 365 días llenos de alegría y que aspiran a que 2019 lleve el mismo camino. ¡Feliz año mallorquinistas!

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