La huida del descenso del Alcoyano ante un Atlético Baleares consolidado en el playoff

Tabla en mano, El Collao acoge en la matinal de este domingo un enfrentamiento desigual. Sobre el césped del coliseo blanquiazul, que rezuma fútbol inglés, se verán las caras un Alcoyano, que camina en el alambre con 23 puntos, solo uno por encima de la promoción de descenso y con tres de margen sobre la quema directa, ante un Atlético Baleares que, con 35 puntos, aguanta el tirón en los puestos de privilegio y mantiene la cuarta plaza, tres puntos por encima del Hércules y el FC Barcelona B, que le amenazan de cerca.

Precisamente el filial azulgrana hizo morder el polvo al Deportivo en la última jornada disputada y rompió una racha de imbatibilidad de cuatro jornadas en las que el Alcoyano, pese a no perder, solamente había logrado un triunfo. El fútbol desplegado por los pupilos de Vicente Mir, especialmente en el primer acto, mereció mejor premio pero la evidente falta de gol lastró al cuadro de la moral, que la perdió por completo cuando los culés pusieron distancia en el tanteador con el 2-0 final.

Tampoco viene de ganar el Atlético Baleares, que empató sin goles en Son Malferit ante un CD Castellón que camina al alza tras la llegada del exalcoyanista Óscar Cano al banquillo y los refuerzos de los también exblanquiazules Rubén Ramos y César Díaz, así como el goleador del Conquense, Jairo Cárcaba. Pese a la igualada, que aprovechó el Cornellà para arrebatarle por golaveraje el tercer puesto a los balearicos, los de Mandiola afrontan en una buena posición su primera salida en 2019.

Novedades en ataque

Perdonó muchísimo en el Miniestadi. Nieto, Vicente Pérez, Lino y Bryan Reyna tuvieron oportunidades clarísimas que se encargaron de desbaratar unas veces las intervenciones de Iñaki Peña y otras la mala puntería y la endémica falta de pegada alcoyanista. Y el Deportivo lo terminó pagando. Los goles de Wague y Carles Pérez mandaron a la lona a un Alcoyano hundido, fundido y sin ideas, que encara esta jornada con un punto de ventaja sobre el Ontinyent, eterno y próximo rival blanquiazul y que ahora mismo marca el puesto de promoción de descenso.

El Alcoyano necesita revertir la situación a base de goles que se transformen en tres puntos. Para eso llegó Antonio Pino. El delantero cordobés, procedente de El Ejido, es un hombre gol. O al menos eso dicen unas estadísticas, que reflejan que es el máximo realizador histórico del Guijuelo, que deberá refrendar en El Collao. El punta, que ha encandilado a Mir en los entrenamientos de esta semana, se estrenará en la lista y tiene muchas papeletas de hacerse con la titularidad.

Una buena y una mala noticia más deja el ataque deportivista. La mala es la de siempre. Eldin Hadzic sigue de baja, desde el pasado 7 de octubre, y, aunque esta semana ha empezado a trotar en solitario sobre el césped de El Collao, su reincorporación al grupo todavía se adivina tardía. La cara sonriente la representa el delantero canario Braulio Nóbrega, que volverá a la cita ya recuperado de sus problemas musculares que le han mantenido un mes y medio alejado de los terrenos de juego.

La defensa del Alcoyano también presentará novedades obligadas frente al cuadro balear. Navarro, que vio la quinta amarilla ante el Barça B, verá el partido desde la grada. Ruso, que ya cumplió ante el filial su partido de sanción al cumplir ciclo de amonestaciones, regresará a la convocatoria. El flanco izquierdo de la retaguardia, ante la ausencia del veterano lateral de Novelda, lo ocupará Hermosa. Omgba, lesionado, también se perderá la cita.

Made in Mandiola

Cuarto en la tabla, con tres puntos de margen sobre sus más inmediatos perseguidores, el Atlético Baleares solamente tiene un déficit esta campaña: no ha conseguido ganar ningún partido fuera de casa en la primera vuelta de la competición. Ha cosechado cinco empates y ha cedido cuatro derrotas. Tradicionalmente El Collao solía ser una mala plaza para revertir estas situaciones, pero la mala dinámica del Alcoyano como local da alas a los de Palma.

Rubén, que continúa recuperándose de su esguince de rodilla, no podrá ayudar a sus compañeros desde el césped de El Collao. La duda radica en saber si podrá hacerlo o no Rovirola, que sufrió un leve esguince de tobillo en el primer entrenamiento semanal y su participación será una incógnita hasta última hora.

Tampoco defenderá los palos baleares de las porterías de El Collao el reciente fichaje del Atlético Baleares, Manu Herrera, que se pondrá el próximo martes a disposición de un Mandiola que ya lo tuvo a sus órdenes en el Éibar. El veterano cancerbero llega para sumar compañía y competencia a Carl Klaus.