Y Uros sacó su fusil

Tres goles en tres partidos refuerzan al ariete serbio Uros Djurdjevic

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Y al fin la racha comenzó. Uros Djurdjevic llegó a Gijón el pasado verano con la vitola de ser el fichaje más caro de la historia del club. 2 Millones de euros había pagado el Real Sporting por él estando en Segunda División y sin ayudas al descenso. Una apuesta clara de Torrecilla y con el desembolso más elevado de toda La Liga en la pasada ventana de fichajes. Un jaque en toda regla.

Uros llegaba a Gijón tras un año discreto en el Olympiacos griego. Los helenos habían apostado por un delantero en pleno crecimiento la temporada anterior. Su registro goleador en el Partizan de Belgrado era apabullante. La experiencia en el Palermo y su paso por la liga holandesa le hizo volver a su país como un  jugador mucho más maduro y experimento. Y eso se notó. 27 goles en 34 partidos que provocaron que los griegos desembolsasen 2.5M € por un delantero que debía ser la referencia del equipo. La temporada no acompañó, y la situación del club provocó que cuatro entrenadores distintos pasasen por el banquillo heleno en la misma temporada. Aún así, 4 goles en 19 partidos. Un gol cada 141′.

Su nueva etapa en Gijón era un arma de doble filo. Como varios compañeros, dio un paso atrás para coger impulso. La Liga 1|2|3 tiene calidad, pero no deja de ser una segunda división. Aún así Uros lo tuvo claro. Y venía con el objetivo muy claro. El ascenso. Pero de nuevo el comienzo fue duro. La nula idea de juego del equipo que le hacían vaciarse en vano, y una pretemporada corta le pasó factura. Y no fue hasta el duodécimo partido oficial cuando besó las mallas. Ante un primera como el Eibar, Djurdjevic recogió un mal despeje de Cucurella en el borde del área pequeña haciéndose bien con la posición. Acto seguido cruzó el balón lejos del alcance del arquero con un toque sutil. Fue la primera muesca en su revólver.

La consagración llegó en Liga. Pese a que el jugador seguía dejando atisbos de un gran potencial, seguía sin terminar de arrancar. Pero el partido contra el Tenerife significó un antes y un después en su comunión con la afición. Un centro fuerte Cordero lo mata con el pecho Uros en el borde del área. El ariete deja botar el balón y sorprende a propios y a extraños con una tijera que se cuela por el palo largo del guardameta insular. Delirio en El Molinón.

Año nuevo, vida nueva

Pero todo delantero necesita su racha. Y Uros no es menos. En el Partizan sorprendió con 15 goles en 14 partidos. En el Sporting ha comenzado con tres en los últimos tres partidos. Ante el Zaragoza comenzó errando una ocasión clara, pero pocos minutos más tarde cazó un balón suelto a la salida de un córner para mandarlo al fondo de la red. Ante el Albacete sacó un derechazo desde más de 20 metros que se coló por la base del poste, aunque más tarde desaprovechó un mano a mano. Y por último, ante el Alcorcón, controló con el pecho un centro medido de Robin Lod, para picársela al portero y poner el 1-0 a los 50 segundos.

El Molinón puede estar viviendo la consagración de un depredador que tienes todas las cualidades para ser un jugador Top como le gusta al gran Nico Rodríguez. Una pena que en su momento éste apostase por Traoré y como cedido. Cosas de Mareo.

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