Sin mucha actividad ofensiva durante los primeros compases del partido, ambos equipos se repartían la posesión. No había un dominador claro sobre el terreno de juego, a pesar de los intentos del Castilla por llevar un poco más la iniciativa. La primera ocasión del choque sería para el Celta B, a través de un contragolpe que finalizaría con un disparo de Pastrana que no cogería portería. El filial madridista no era capaz de hacer daño a su homólogo celeste, que se encontraba cómodo sobre el césped del Di Stéfano.
Los gallegos, con cada vez más concurrencia, eran superiores a sus rivales. Sin embargo, no acababan de poner en apuros a la zaga local. A medida que avanzaba el duelo, los de Manolo Díaz empezaron a animarse, pero de manera tímida. De Frutos, con una internada en el área viguesa, probó con su chut, pero la defensa visitante lo repelió. En el rechace, el canterano merengue lo intentó de tijera, pero su remate se iría desviado. El Castilla avisaba, aunque muy esporádicamente.
El descanso se acercaba, y los goles no acababan de llegar. Con mayor protagonismo en el tramo final de la primera mitad, el conjunto blanco buscaba la portería de Iván, pero sin fortuna. En una carrera por la banda diestra, otra vez De Frutos rozaría el gol con un tiro demasiado cruzado. A pesar de las constantes llegadas del Castilla, su falta de acierto en los últimos metros también fue su castigo. Por su parte, el Celta B, muy encerrado, intentaba responder al contraataque. Tampoco la suerte se pondría de su lado.
En la segunda parte, el Castilla siguió con la misma dinámica. Muy impetuosos en ataque, el filial madridista quería el 1-0 cuanto antes. Nada más reanudarse el juego, el cuadro merengue dispondría de un cúmulo de oportunidades para abrir el marcador. Desde una posición alejada, Alberto se sacaría un fuerte chut que pasaría cerca del palo derecho de la portería celeste. Poco después, llegaría el disparo de Dani Gómez que, tras impactar contra el larguero, el balón botaría fuera, pero muy cerca, de la línea de gol.
Arranque demoledor del equipo blanco, cada vez más cerca del gol. En pleno apogeo blanco, llegaría la acción de la locura y la desesperación para los locales. Primero, Iván despejaría el remate de Dani Gómez, que desembocaría en el tiro de Dani Fernández contra el palo. Una nueva ocasión despediciada que mantenía las esperanzas del Celta B, muy desaparecido desde el descanso. Después del lanzamiento de una falta desde el borde del área, el conjunto gallego pidió penalti, pero el árbitro desestimó su señalización.
Con la idea de aportar frescura a los suyos, Manolo Díaz movía fichas con las entradas de Martín y Seoane, que sustituyeron a Jaume y Ayoub, respectivamente. El Castilla no cesaba. Intentos continuos de los madridistas, que no eran capaces de materializar sus ocasiones. Mientras el técnico local completaba su cupo de modificaciones, el Celta B seguía sin hacer cambios en su esquema inicial. Concentrados en tareas defensivas, agarraban su imbatibilidad con uñas y dientes.
Sin embargo, nada es eterno. De la forma menos pensable, el esfuerzo blanco acabó siendo recompensado. Mediante un potente disparo desde tres cuartos de campo, Dani Gómez colocaría a su equipo por delante. Gran gol del delantero blanco, que ya había gozado de varias buenas oportunidades con anterioridad. En los últimos minutos, el Castilla buscó el segundo para confirmar la victoria. También el Celta B quería su tanto, pero Seoane, con una picada ante Iván, lograría rematar el resultado y certificar el triunfo del equipo blanco, que se consolida aún más en el playoff.
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