La jornada dominical abría con un lluvioso partido que enfrentaba al Levante y al Eibar en casa granota. Si el equipo local lograba imponerse se ponía a un solo punto de los vascos, y si se daba la situación contraria el Eibar orientaba su proyección a la disputa por las opciones europeas. Sin embargo, ambos conjuntos querían evitar la derrota por la misma razón, evitar acercarse a la zona de descenso. La lluvia de goles del enfrentamiento de ida fue esta vez solo lluvia, pero como en dicho encuentro, el partido acabó con empate.
La primera ofensiva del encuentro llegaba muy temprano por parte del Eibar, un tímido disparo de Orellana que el arquero levantinista mandó a córner. Y de igual manera llegó el primer tanto del partido, esta vez del equipo local, en el minuto 4. Antonio Luna arrancaba por la banda izquierda y mandaba un sensacional pase al hueco, a la espalda de los defensas dirigido al comandante Morales, quien definía solo ante Dmitrovic consiguiendo su noveno gol en liga. A partir de esto, el Levante se convirtió en una apisonadora arriba, tan solo un minuto después del tanto tuvo la ocasión de hacer el segundo, pero Morales no logró conectar con Mayoral dentro del área, y Oliveira despejó el balón.
No obstante, las atacadas del Levante menguaron a medida que pasaban los minutos, y el equipo armero lograba poco a poco equilibrar la balanza, quitando el peso del dominio del lado levantinista. El Eibar iba recomponiéndose y con ello llegó el gol del empate. Pedro León botó una falta lateral cerca del área, Rober Pier no despejó bien, y Escalante se aprovechó del rechace mandando el esférico al fondo de las mallas. Pero cuando mejor se estaba encontrando en el partido el equipo vasco, llegó de una contra en el 26′ el segundo gol local. Rubén Peña se internó en el área del levante driblando rivales y puso un balón para Sergi Enrich que no fue capaz de rematar, y a partir eso el Levante armó una contra protagonizada por Mayoral, Morales y Rochina, que culminó este último con un potente disparo desde fuera del área ajustado al poste izquierdo.
El partido estaba siendo una locura, con multitud de ocasiones, mucho dinamismo y una gran efectividad de tiros bajo los tres palos. Orellana estuvo apunto de devolver la tablas al marcador con una gran jugada individual, pero el balón acabó estrellándose en el larguero. El siguiente gol del partido podía llegar en cualquier momento, por parte de cualquier equipo, ya que los dos combinados llegaban con frecuencia a la portería contraria. Aunque la mayoría de las ocasiones llegaban del equipo visitante, que buscaba el empate con más ahínco que el del Levante por ampliar su ventaja, no obstante la primera mitad se cerró sin ningún tanto más, y los granotas se marcharon al descanso con un colchón de un gol para afrontar el segundo tiempo.
Mismo dinamismo y distinta efectividad
Después del tiempo de descanso el partido se reanudó prácticamente sin cambios en el juego, ocasiones para dar y regalar, y áreas frecuentadas por los dos equipos. La intensidad no cesaba, y la tensión era cada vez más palpable en el ambiente. Echábamos en falta la efectividad vista en el primer tiempo, ya que la cantidad de llegadas era similar, pero los remates y las acciones de verdadero peligro escaseaban. La primera ocasión clara de gol no llegó hasta el 60′, una jugada en la que Vezo recuperó un balón en campo contrario, entregó para Mayoral, y esté mandó al larguero. Pocos minutos más tarde Moses desperdiciaba una oportunidad a puerta vacía con la que pudo ampliar la ventaja del Levante a dos goles.
Mendilibar, inquieto durante gran parte del encuentro, no estaba conforme de lo que veía y echó mano de su banquillo. Charles sustituyó a un desaparecido Kike, protagonizando tras el cambio una curiosa imagen en la que discutía/dialogaba con su técnico, y el joven Cardona sustituyó a Pedro León, revolucionando el partido. El técnico levantinista también movió ficha con un cambió táctico, el amonestado Bardhi salió del campo, poco después del cambio del Eibar, por Coke con el objetivo de contener defensivamente al conjunto vasco. Hicieron más efecto los cambios del técnico armero que los de Paco López, y que después de numerosas llegadas del Eibar llegó el gol de Sergi Enrich. De la misma forma que actuó de manera excepcional en el primer gol Antonio Luna, lo hizo pésimamente con una pérdida en su campo que desembocó en el empate del conjunto visitante.
Llegábamos al minuto 84 y los entrenadores agotaban sus cartuchos, Paco López daba entrada a Roger buscando el componente ofensivo que volviese a adelantar al cuadro grandota en el marcador. El Eibar mantenía su ambición de buscar el gol, lejos de recluirse en defensa después de haberlo encontrado con el empate, sin embargo el partido llegó a su fin en tablas. Este resultado deja al Levante a 4 puntos del descenso y amplía su racha de partidos sin conseguir la victoria a cinco, ya que no gana desde el 16 de Febrero.