Empezó moviendo de centro el Nastic y rápidamente se volcó en ataque el Zaragoza y en un córner que botaba Pep Biel, Verdasca remataba un balón que se alojaba en el fondo de las mallas para hacer así el primer gol del Zaragoza y encarrilar el partido. Dominaba el partido a placer el equipo maño ya que el Nàstic estaba prácticamente con todos sus jugadores atrás.
Llegaría otra ocasión del Zaragoza en las botas que Lasure que ponía un centro al área al que llegaba el otro lateral, Julián Delmás, pero su remate se fue fuera. Seguía la insistencia del Zaragoza por hacer el segundo y lo conseguiría con un zapatazo de Pep Biel que recibía en la frontal y ajustaba el balón a la cepa del palo haciendo inútil la estirada de Bernabé.
Poca historia tenía el partido buscaba el Zaragoza el tercero pero obviamente con poca insistencia ya que tenía el partido controlado. Y cuando más control sobre el partido tenía el Zaragoza a punto estuvo de marcar el Nàstic por mediación de Luís Suárez que mandó el balón al palo. De nuevo en los mejores minutos del Nàstic, Luis Suárez lo intento con un disparo desde fuera del área que atrapó Cristian sin problemas.
Seguía la placidez en el juego del Zaragoza tras el susto que dio el Nàstic y llegaría el tercer gol de los aragoneses tras una buena jugada de Julián Delmás que definía con un disparo colocado contra el que nada pudo hacer Bernabé. Así pues acabó una primera parte en la que el Zaragoza se dio un festín a costa del Nàstic al que se le ponía muy muy cuesta arriba el partido.
Parecía haber salido mejor el Nàstic en la segundo parte ya que había tenido varios acercamientos al área y lo intento con un disparo del recién ingresado Kante que se fue desviado. A pesar de ese buen inicio, pronto se volvió a hacer dominador del partido el Zaragoza.
Jugaba el Zaragoza al correr de los minutos en un partido con poca historia con algún que otro acercamiento de ambos equipos el más peligroso en una jugada de Luís Suárez, el hombre que más peligro llevaba a la portería de Cristian pero el arquero argentino repelía todas las acometidas. Una segunda parte con muy poca historia de un partido que quedó definido en los primeros cuarenta y cinco minutos.