Empate sin goles en El Alcoraz entre Huesca y FC Barcelona en un encuentro para olvidar. Dos conjuntos que demostraron que en la tarde del sábado era mejor echarse a dormir la siesta que presenciar el encuentro. Reparto de puntos que al Barça, con la mente puesta en la Champions, le hace minimizar los daños en liga y que al Huesca le es insuficiente de cara a la finalísima del próximo fin de semana en Vallecas.
Desde el inicio los roles quedaron claros. A pesar de la revolución culé y del nuevo esquema con tres centrales, suya iba a ser una posesión que el Huesca no intentaba discutírsela. Buscaba el cuadro oscense robar y correr o buscar en balones a Enric Gàllego para que sobre él orbitase el juego ofensivo de los locales. Con envíos al punta catalán y por las internadas de Ferreiro y Javi Galán por la izquierda buscaba generar ocasiones el Huesca, pero sin inquietar a Ter Stegen.
Un primer tiempo anodino
Fue el cuadro culé el que tuvo las dos primeras claras ocasiones del encuentro. Un pase de fantasía de Riki Puig dejó a Dembelé solo ante Santamaría, pero el guardameta se hizo gigante para despejar a córner. Un saque de esquina en el que de nuevo el arquero intervino con acierto para volver a despejar un cabezazo de Murillo. Ambas ocasiones fueron un oasis en medio de un encuentro que avanzaba a un ritmo anodino y que invitaba a la siesta más que a su seguimiento.
Al 39′ tuvo el Huesca su primera ocasión. La tuvo Enric Gàllego en un chut cruzado que no logró engatillar bien el espigado punta del cuadro oscense. Con dos tiros desviados de Moi Gómez y Aleñá, que no pusieron en apuros a los guardametas, finalizó una primera parte que no será recordada por su buen fútbol.
La segunda parte comenzó como acabó la primera. Tenía el mismo ritmo lento y soporífero de la primera. Reclamó penalti al 51′ Enric Gallego de Ter Stegen, pero Cuadra Fernández, con buen criterio, no señaló nada. Al 56′ dispuso el Barça de una doble ocasión. Malcom recogió un balón suelto en el vértice del área y tras internarse chutó al palo. Al rechace Dembelé tampoco acertó a definir, perdiéndose la ocasión.
Los cambios tampoco mejoraron a los equipos
Ernesto Valverde decidió mover el banquillo con un doble cambio. Coutinho y Jordi Alba entraban al campo para intentar dar más mordiente al cuadro culé aunque sin variar el esquema con tres centrales. También lo hizo Francisco con la entrada de Cucho Hernández. Pero las sustituciones no aportaron nada a ninguno de los dos conjuntos. Ambos seguían estando atascados y eran incapaces de generar ocasiones.
En los minutos finales se jugó más cerca del área de Ter Stegen que en la de Santamaría. Pero tampoco el cuadro de Francisco tuvo claras ocasiones más allá de una carrera de Chimy Ávila que Wagué cortó de forma providencial cuando el argentino iba a encarar al guardameta culé. Fue el último escarceo de algo de peligro que se vio en El Alcoraz.
La próxima jornada el Huesca visitará el Estadio de Vallecas el sábado a las 18:30 horas. Por su parte el FC Barcelona tendrá el martes la vuelta de los cuartos de final de la Champions League y retomará la liga también el sábado a las 20:45 horas. Con ese señalamiento recibirá a la Real Sociedad en el Nou Camp.