Oportunidad de oro para dar un golpe sobre la mesa

Se respiran renovados aires de optimismo en la capital de la Costa del Sol. La tercera etapa de Juan Ramón López Muñiz al frente del banquillo malaguista tocó a su fin de una manera muy diferente a como terminó aquel precedente anterior en la categoría de plata en la que el asturiano fue capaz de devolver a los malaguistas a la primera división. Ese cometido recae ahora en Víctor Sánchez del Amo, que se ha estrenado a lo grande como entrenador de los blanquiazules al imponerse en el estadio Santo Domingo de Alcorcón con un contundente 1-4 y unas sensaciones de juego que ha devuelto el interés a una afición malaguista que estaba cada vez más apesadumbrada por la marcha de su equipo cuando todavía estaba en manos de Muñiz.

Sin embargo, el Málaga lleva arrastrando una asignatura pendiente que ya dura demasiado, y es el de conseguir la victoria en su propio feudo. Es un hecho que contrasta con aquel conjunto inexpugnable de la primera vuelta, que hacía de La Rosaleda todo un fortín del que únicamente volaron seis puntos (contra Granada y Reus), pero en todo lo que llevamos del segundo tramo del campeonato, la única ocasión en la que los malaguistas han podido conseguir los tres puntos jugando como local fue precisamente al comienzo de la segunda vuelta, cuando recibió y se impuso al Lugo.

Desde aquel 19 de enero, el Málaga no sabe lo que es ganar en casa y los pupilos de Víctor se han propuesto acabar con esa maldición de una vez por todas, sabedores de que hacerse fuerte en casa es fundamental para intentar conseguir el objetivo del ascenso, y más aún cuando la gran mayoría de partidos que le quedan a los blanquiazules tendrán lugar en Martiricos. Pero los locales no lo tendrán nada fácil, si tenemos en cuenta que el próximo visitante es un Mallorca que está cuajando una gran temporada en el año de su regreso al fútbol profesional y que ha conseguido igualar a los malaguistas en la clasificación.

Víctor sabe que tiene en Javi Ontiveros a uno de sus mejores efectivos: Foto El Desmarque

Las sensaciones de los bermellones fuera de casa, sin embargo, no son las mismas que las que suelen ofrecer los baleares en su feudo, donde han ganado 13 partidos, han empatado tres y solo han perdido dos, siendo uno de ellos precisamente el que enfrentó a ambos equipos en la primera vuelta y que se llevaron los visitantes por 1-2. El Mallorca pretende devolverle esa moneda y noquear a un rival directo por lo que en la isla es desde luego un reto ilusionante por volver a primera, frente a la obligación máxima que tienen los blanquiazules por conseguir ese mismo fin. Pero los bermellones tendrán que mejorar mucho su imagen fuera de casa, donde solo han logrado llevarse la victoria en tres ocasiones en lo que llevamos de campeonato, y las últimas salidas a Córdoba y Soria no invitan precisamente al optimismo en ese sentido.

Para revertir esa trayectoria fuera del estadio de Son Moix, Vicente Moreno ha convocado a 18 jugadores, entre los que finalmente no se encuentran ni Estupiñán por lesión ni Buenacasa y Stojiljkovic por sanción. Esto último también tendrá que cumplirlo el propio entrenador valenciano del equipo mallorquinista, que afronta su tercer partido de sanción que le impuso el comité de competición por su expulsión por protestas en el partido que el Mallorca perdió en el Arcángel. Será la segunda vez que Manolo Reina visite La Rosaleda defendiendo unos colores diferentes a los del equipo en el que se formó, pues el guardameta de Villanueva del Trabuco ya rindió visita en la temporada 2010-11 defendiendo la elástica del Levante. Por parte malaguista, son novedad en la convocatoria Boulahroud, Diego González y Seleznov, en detrimento de Jack Harper que arrastra lesión y de Miguel Torres y Álex Mula por decisión técnica.

El discurso de Víctor, que afronta su primer partido en La Rosaleda como técnico malaguista, está cargado de la ambiciosa proeza que intentará transmitir a sus jugadores para lo que resta de temporada: “Vamos al partido de mañana con mucha ilusión. Lo que nos preocupa es ganar nuestros siete partidos, con eso estamos convencidos de que estamos en primera. Nada más. La perspectiva es de prepararnos con un enfoque positivo, con el reto que tenemos de ganar todos los partidos. No es difícil convencerlos de ello porque ya ganaron cinco al comienzo de la Liga.”. Es muy consciente además de la exigencia que tendrá la afición malaguista en ese sentido: “Le tenemos que ofrecer nuestro trabajo y nuestra profesionalidad. No hemos detectado falta de actitud ni ahora ni antes de venir. Eso se puede ver desde fuera y no lo hemos visto aquí desde que llegamos. Es un reto y un objetivo convertir a La Rosaleda en un fortín”

Vicente Moreno busca soluciones para mejorar la dinámica fuera de casa: Foto RCD Mallorca/Cata Guasp

En cuanto al análisis del Mallorca, el técnico madrileño tiene claras las virtudes de los bermellones: “Es un equipo que viene en un estado de rendimiento importante, una racha muy buena. Capacidad arriba muy interesante con bandas muy rápidas, con un delantero centro referencia que genera mucho peligro y un juego directo interesante. Varía mucho su juego y tiene posibilidades de hacer un combinativo muy bueno con la referencia de Salva Sevilla. Va a ser un partido tremendamente disputado. Nos hemos preparado teniendo en cuenta al rival durante la semana y toca esperar al partido”. Vicente Moreno, por su parte, destaca la grandeza del partido y de jugar en un escenario como La Rosaleda: “Jugamos ante un rival muy bueno de la categoría y si nos llegan a decir que a estas alturas vamos a Málaga empatados a puntos, muchos no se lo creen. Cuando uno juega o entrena a fútbol quiere vivir partidos así, es una suerte poder hacerlo. Vamos a un campo que se va a llenar, con opciones de competir con ellos y pelear por ganar. Vamos a disfrutarlo, vamos a intentar ganar el partido, hay que saber llevar esa presión.”

Málaga y Mallorca, dos históricos del fútbol español con 37 y 27 temporadas militadas en primera división respectivamente, y con títulos cosechados como la Copa del Rey y la Supercopa de España en el caso de los bermellones, se han enfrentado en un total de 28 ocasiones anteriores en La Rosaleda, con un balance de 13 victorias malaguistas, 10 empates y 5 victorias mallorquinistas, siendo en la temporada 2005-06 la última vez que el Mallorca se llevó los tres puntos de Martiricos. La última victoria malaguista tuvo lugar en la temporada 2011-12 y el último precedente es un 1-1 en la temporada 2012-13, la última en la que ambos conjuntos se vieron las caras por el descenso de los bermellones a segunda. De esos 28 choques, nueve tuvieron lugar en la categoría de plata, donde el balance particular sale a 5 victorias locales, 3 empates y una sola victoria visitante que tuvo lugar allá por la lejana temporada 1946-47.

El conjunto visitante, que a mediodía aterrizó en la capital de la Costa del Sol y que por gentileza del club de Martiricos ha celebrado esta tarde su último entrenamiento en el Anexo de La Rosaleda, ya descansa en su hotel de concentración velando armas para un choque, el primero que tendrá lugar en la jornada de sábado de la Liga 123, que se antojará fundamental para las miras que ambos conjuntos tienen puestas en retornar a la máxima categoría de nuestro fútbol, unos con la ilusión del objetivo cumplido y de poner el broche de oro a lo que sería una temporada de ensueño, y los otros con la presión de ser el mayor presupuesto de la categoría y estar obligados a volver a la categoría que se abandonó hace tan solo un año. El encuentro tiene el atractivo de comprobar como responderá el nuevo Málaga de Víctor frente a su público, tras la declaración de intenciones que fue la goleada de Alcorcón, mientras que también será interesante ver cómo el Mallorca podrá resolver las dificultades que ha experimentado en sus últimos desplazamientos, con Javier Ontiveros y Lago Junior como los nombres más destacados a seguir en ambos conjuntos.

Por @AdriCanLoz