El Granada en ascenso directo, el Nàstic casi descendido

El granadino estadio del Nuevo Los Cármenes se dieron cita, el domingo 28 de abril de 2019 a las 18h, el Granada C.F. y el Nàstic de Tarragona. Los locales afrontaban el partido con la posibilidad de meterse en ascenso directo a la Liga Santander gracias a la derrota del día del anterior del Albacete en casa de Osasuna, líder indiscutible la competición. Los tarraconenses, por su parte, llegaban a este partido con el descenso a Segunda B prácticamente consumado y con la única motivación del orgullo.

El míster local, Diego Martínez, dispuso su habitual dibujo de 4-2-3-1 que tan bien le está funcionando en las últimas jornadas y dispuesto a no dejarse sorprender por un equipo de la parte baja de la clasificación. En frente, Quique Martín cambió el dibujo del Nàstic de 5-3-2 de costumbre a un 4-4-2 que, aunque a priori, pueda parecer un dibujo más ofensivo, los jugadores alineados por el navarro convertían el sistema a un 6-2-2 puesto que los volantes Abraham y Pipa son los laterales carrileros habituales en el 5-3-2.

El partido se inició como se preveía. El Granada se hizo dueño del balón desde el primer segundo mientras que el Nàstic quedaba a la espera de robar un balón que le permitiera montar una contra a base de una presión a tres cuartos de campo. El primer ataque estático del Granada supuso el primer gol del partido cuando, en el minuto 8, una jugada de Fede Vico por banda izquierda provocó un córner que sacaran en corto en clara jugada de estrategia y que pilló dormida a la defensa grana para que el propio Vico centrara en raso para que Víctor Díaz la empujara a las mallas dentro del área pequeña para inagurar el marcador.

El gol nazarí dejó muy tocado el planteamiento visitante que quedó a merced del juego de los locales que, casi al primer toque, que plantaban en la inmediaciones del área de Becerra en cada ataque que planteaban. Ya en el minuto 25, cuando el Granada aceleró su juego, llegó otra clarísima ocasión. Vadillo, que llevaba locos a Josema y Villanueva, se hacía con un balón no despejado por Villanueva para poner un medido centro a la cabeza de Rodri que no acertó, por poco, en la portería grana. Tres minutos después, otra internada de Vadillo por banda derecha, estuvo a punto de aumentar la cuenta.

Con el Nàstic totalmente desaparecido, lo mejor que le podía pasar es que se llegara al descanso con el corto resultado para intentar mejojar en el vestuario. En Granada no opinaba lo mismo y, ya en el descuento, aprovechó un saque de falta lateral muy bien ejecutado, y horriblemente defendido por la zaga grana, para que Fede San Emeterio prolongara el balón al primer palo donde Rodri, libre de marca, acertara, ahora si, a poner el 2-0 en el marcador de Los Cámenes ante la cara de circunstancias del once visitante.

La segunda mitad empezaba con un intento por parte del Nàstic de un cambio de papeles. Intentó el cuadro visitante hacerse con el balón para tener alguna opción ofensiva que habían brillado por su ausencia en toda la primera mitad. El Granada, tranquilo por el resultado, parecia haber bajado su intensidad. Pronto Quique Martín introdujo la primera modificación en su once dando entrada a Uche por Villanueva volviendo a su clásico 5-3-2 con Kanté en la media punta.

Tenía el balón más el Nàstic pero con un ataque totalmente anárquico que se diluía como un azucarillo en el café al llegar al área de un inédito Rui Silva. Mientras en Granada esperaba para salir rápido y senteciar definitivamente el partido.

Con el partido totalmente controlado Diego Martínez inició el carrusel de cambios dando entrada a Alberto Martín por Antonio Puertas en el minuto 72. Quique Martín dió entrada, en el minuto 75, a Sadik por un desacertado Luis Suárez para poner centímetros en la delantera. Con la idea de dar descanso a sus teóricos titulares, el míster nazarí sacó del campo a Rodri, autor del segundo gol, por el colombiano Adrián Ramos en el minuto 78. Ya en el 86, Vadillo abandonaba el campo ovacionado por la parroquia granadina por su gran partido y dejaba su lugar a Dani Ojeda que tuvo la última ocasión del partido enviando un balón al larguero de un cabezazo.

Sin nada reseñable que comentar, el árbitro, después de tres minutos de añadido, pitó el final del encuentro para alegría local y énesima decepción tarraconense.