El Hércules CF logró mantener su portería a cero y gracias al gol logrado hace siete días en Lasesarre se clasifica para la segunda ronda del playoff de ascenso a la Liga 1|2|3. Partido muy cerrado en el que los alicantinos llevaron el peso, pero tuvieron que esperar hasta el pitido final para poder respirar tranquilos. Los fabriles aguantaron estoicamente el calor reinante y el arreón inicial pero no pudieron materializar el tanto que necesitaban para meterse de lleno en la eliminatoria y se despiertan del bonito sueño del ascenso con la cabeza alta.
Tarde calurosa en el José Rico Pérez. Partido de los que gustan jugar ante más de 15.000 espectadores y tras el obligado minuto de silencio por el malogrado José Antonio Reyes, ambos conjuntos se pusieron manos a la obra.
Los locales salieron mandando en el partido
Gran ambiente, color, futbol y la tensión de un playoff. El Hércules CF desde el pitido inicial asumió el rol de dominador. Salida intensa y dominio local ante un Barakaldo CF serio y metido en su campo. Las primeras ocasiones tuvieron color blanquiazul. Benja no pudo batir a Viorel en el acercamiento más serio hasta el momento.
Poco después Juli también lo intentó pero sin incidencia alguna en el simultaneo. Con el paso de los minutos los fabriles lograron sacudirse la presión inicial de los alicantinos y comenzaron a prodigarse por las inmediaciones de Isma Falcón. Un centro peligroso de Raúl Hernández no encontró rematador pero metió el miedo en el cuerpo a la parroquia local.
Tras unos instantes de toma y daca, los herculanos volvieron a retomar el asedio inicial. Su arma en esta ocasión fueron varios saques de esquina bien defendidos por los gualdinegros. El balón parado adquirió un mayor protagonismo como principal argumento para desequilibrar la igualdad en el marcador. Sendas faltas una para cada escuadra fueron lo más reseñable, cuando nos acercábamos a la primeria media hora de partido.
Un choque de cabezas entre Oscar Prats y Juli paró por unos instantes el partido. Momento ideal para refrescarse, bajar pulsaciones y recuperar el resuello. Vendaje aparatoso en la testa para el atacante blanquiazul y a seguir jugando.
Los fabriles sufrieron en los ultimos compases
El Hércules tuvo en los minutos finales del primer acto, varias situaciones para batir al cancerbero visitante. De hecho lo lograron pero el tanto fue invalidado por fuera de juego. Un poco antes Benja también la tuvo en un saque rápido de falta, pero la pillería alicantina que sorprendió a la defensa foránea no pudo ser aprovechada y el golpeo se estrelló en el lateral de la portería.
Minutos de agobio para los de Aitor Larrazabal que solventaron con mucha gallardía y empaque a la espera de que el colegiado Usón Rosel indicase en camino a los vestuarios. Los de Lluis Planagumá fueron mejores en los primeros 45 minutos, pero la satisfacción tampoco era plena porque no aprovecharon las ocasiones generadas y el Barakaldo continuaba con vida en la eliminatoria, a la espera de un segundo tiempo no acto para cardiacos.
Segundo tiempo emocionante pero sin ocasiones claras
Tras la reanudación los locales volvieron a la carga pero sin acertar en el últimos pase y fiando al balón parado su mejores opciones de gol. Los fabriles también disfrutaron de alguna acción de estrategia. Jurgi Oteo la tuvo en la frontal de área pero su lanzamiento se estrelló en la barrera.
Pasaban los minutos y el ímpetu alicantino fue decayendo en detrimento de un juego más práctico, centrado en asegurar el pase a la siguiente eliminatoria y correr los riesgos mínimos. Ambos entrenadores metieron oxígeno al terreno de juego dando la oportunidad a nuevos protagonistas a ser los héroes de la tarde.
La solidez local impedía a los gualdinegros generar peligro. Ocasiones contadas y claras ninguna. Los minutos en el reloj de Larrazabal corrían mucho más rápido que en el de un Planagumá que rozaba con la yema de los dedos la clasificación y pedia un último aliento a la grada.
Los instantes finales del partido fueron un quiero y no puedo para los foráneos que murieron con las botas puestas y prácticamente desfondados ante un conjunto alicantino que tiró de practicidad y esperó al pitido final para celebrar con cierto alivio su clasificación para la siguiente ronda.
