Poco tardó el Elche en adelantarse en un partido en el que no estaba existiendo un claro dominador pero ante un Oviedo que desde el principio intentó adelantarse con ocasiones como las de Arribas, que sobrevoló el larguero visitante. Sin embargo apareció Yacine Qasmi, quien venía de realizar un buen partido en la jornada anterior pero sin premio, para sobreponerse físicamente a su defensor y romper el balón al primer palo.
En los momentos posteriores al tanto, el Oviedo comenzó a apretar con mayor intensidad y a acercarse con intentos como el de Ortuño, cuyo intento, aunque forzado, se fue por poco pero acabó perdiendo fuelle, y dado que su rival no realizó en ningún momento mayores esfuerzos de cara a gol, el partido se fue al descanso con la ventaja por la mínima en clave franjiverde.
La segunda parte comenzó como la primera, con ambos equipos sin estar demasiado acertados en las jugadas ofensivas salvo alguna jugada como la de Gonzalo Villar de cabeza o la del propio Ortuño que acabó sin mayores consecuencias. No obstante, volvería a ser Yacine quien pondría tierra de por medio con un doblete para disipar dudas sobre su equipo y sobre su propio rendimiento.
Al contrario de lo ocurrido tras el primer gol, tras el segundo, el Elche ya tomó el control de forma definitiva el control del partido, sin crear mucho más peligro que una ocasión que de Fidel que se marchó por poco cerca del palo pero sin modificar el resultado final de 0-2. El Oviedo por su parte acabaría con Tejera y Obeng expulsados del partido por doble amonestación y por roja recta respectivamente.
El cuadro de Sergio Egea acabó el partido abuchado por su afición, que no se contentó con la imagen mostrada por los suyos y la poca efectividad mostrada de cara a la portería defendida por Edgar Badía.