La polémica y la efectividad del Levante desarman el dominio del Leganés

Butarque acogía la visita del Levante en un partido transcendental para los locales. Llegaba el Leganés como último clasificado y sin conocer la victoria, con tan solo 2 puntos logrados de 21 posibles. Enfrente, un Levante que saldría con todo pero con la tranquilidad que te otorga el estar en mitad de la tabla.

Los aficionados que se habían dado cita en el estadio jugarían un papel trascendental pues sus cánticos y aplausos al unísono le darían la fuerza necesaria a su equipo para comenzar dominando el partido desde el primer minuto. Cada acción sus jugadores sería recompensada con sonoras ovaciones que les alentaría y les motivaría a seguir buscando ese tan ansiado gol.

No obstante, una vez más se estaban encontrando con el mismo problema de siempre: la falta gol, y es que cuanto más se acercaban a la portería rival, más se les apagan las luces, no terminando de materializar las llegadas en disparos que inquietaran a Aitor Fernández, acabando la mayoría de las jugadas en sus guantes o en saque de portería.

Tan solo Guido consiguió sacarle un “Uyyy” a la Garda a al rematar un centro lateral que no se marchó fuera por mucho. Sería entonces cuando tendría lugar la que posiblemente sea la jugada más polémica de todo lo que llevamos de liga. En el único acercamiento destacable de los granotas, Roger se internó en el área rival y cuando noto la presencia de Siovas por detrás, se tiró descaradamente.

El VAR no llamó al árbitro a revisar una acción en la que la polémica parece doble. En primer lugar hay dudas sobre si la acción se produce dentro o fuera del área, y aunque es muy justa, sí que parece que sea dentro. El problema es que Siovas tan solo se cruza por detrás de Roger, no llegando a existir el más mínimo contacto.

No se anuló este y Roger, con la seguridad que le caracteriza, transformó el penalti con un raso y potente disparo por la derecha, ante la impotencia de un Juan Soriano que se venció hacia el lado contrario. En la celebración del gol visitante el preparador físico del “Lega” vio la roja.

Llegaron así al descanso, con la grada clamando al cielo por lo que acababan de presenciar, y es que más allá del penaltii, el conjunto de Paco López no había sido de capaz de generar ningún tipo de peligro a los locales.

La segunda parte no empezaría mucho mejor para el Leganés, pues en el minuto 49 un error garrafal de Juan Soriano termino de condenarles cuando en una falta lateral botada por Campaña decidió tirar a puerta en vez de centrarla, algo que el portero no se espero y le cogió totalmente fuera de posición, poniendo en el marcador el 0-2.

A las puertas del milagro

La moral del Leganés estaba por los suelos y la grada, desquiciada con el colegiado paraba de recriminarle cada decisión que tomaba, por intranscendental que fuera. Por su parte, el Levante tenía el partido en el bolsillo y no estaban dispuestos a dejarlo escapar, por lo que desde aquel momento se cerraron en defensa, y trataron de ralentizar el ritmo del partido lo máximo posible.

Sin embargo, no dejaron de atacar en busca del milagro, y este pareció querer llegar cuando en el  76 Braithwaite, que había entrado en la segunda parte, le ganó en velocidad a la defensa granota y batió a un Aitor que no debió de abandonar la portería con una gran vaselina.

La épica estuvo a punto de completarse 4 minutos después cuando En-Nesyri, que hasta el momento estaba firmando un flojo partido, recibió un penalti en el área. Braithwaite cogió el balón lleno de confianza dispuesto a empatar el partido, pero Aitor se rehizo de su error anterior adivinando las intenciones al danés.

Sufriría hasta el final el Levante para que no se le escaparan los 3 puntos pero finalmente sería capaz de hacerlo, ante la impotencia de un Leganés que lo intentó hasta el final y que mereció más.