Lo consiguió. Tardó en volver a marcar en partido oficial, pero lo consiguió. Luuk de Jong consiguió ponerle fin a su sequía goleadora tras seis meses sin ver puerta en un partido oficial. El jugador lo necesitaba y, aunque fue de un modo muy extraño el tanto, el balón terminó entrando en la portería de Irlanda del Norte.
¿Un gol que finaliza la mala suerte?
En Sevilla la preocupación era evidente y el jugador empezaba ya a notar esa ansiedad que corroe a un delantero cuando los goles no llegan. La llamada con su selección podía ser una nueva oportunidad para variar la situación y por fin lo ha conseguido. Su tanto no solo cortaba su sequía sino que desatascaba el encuentro y daba lo tres puntos a Holanda en los minutos finales.
Corría el primer minuto del descuento y De Jong había saltado al terreno de juego para intentar la heroica en los minutos finales. Un centro al área que era mal despejado por la defensa caería en las botas del delantero, que intentaría controlarla aunque se le iría el balón muy alto. Sorprendentemente el balón caería justo delante de la portería, ante un guardameta vencido, y solo tendría que acompañar el balón ante una defensa que no se atrevía a entrar por miedo al gol en propia puerta.
De esta forma, la esperanza ha vuelto tanto para el jugador como para todo el sevillismo. El fichaje de Luuk de Jong fue una apuesta de Monchi para liderar la delantera, lo cual ha sido así hasta el momento pero faltaban los goles. Su tanto ante Irlanda del Norte puede suponer el alivio que necesitaba el jugador para jugar con menos presión y darle al Sevilla lo que tanto necesita.