Hoy miércoles era el día en el que Pep Lluis Martí (Palma de Mallorca, 28 de abril de 1975) se estrenase como entrenador del Girona. Lo hizo en una sesión de entrenamiento, intensa, pero amena para los futbolistas que además gozaron de una mañana otoñal muy agradable para trabajar. Pero lo que de verdad dejó la sesión son cambios bastante notorios en lo que a aspectos futbolísticos se refiere.
Es pronto para sacar conclusiones, pero con Martí parece que el Girona abandonará de forma definitiva la defensa de cinco atrás. El balear parece querer apostar por un 4-2-3-1 muy marcado. Un esquema en el que el equipo querrá tener el balón, pero en el que primará también mucho el trabajo sin él. Una seña bastante característica de los equipos a los que Martí dirigió en el pasado. Además uno de los principales damnificados parece será Marc Gual. Al delantero de L’Hospitalet se le ha visto en los ejercicios ofensivos con jugadores llamados a tener un menor protagonismo. Samu Sáiz, Borja García y Álex Gallar, con Stuani en punta parece que serán los principales candidatos a formar en la zona del ataque gironí. Al menos, ese boceto parece transmitir el técnico balear.
Por detrás suyo Gumbau y Diamanaka parecen disputarse el puesto de acompañante de un Marc Granell indiscutible para Unzúe y que parece seguirá siéndolo. El jugador regresa tras sanción, ya que no pudo actuar frente al Alcorcón al ser expulsado en Oviedo. En línea defensiva es donde más incógnitas hay. Juanpe no estará disponible por lesión en Almendralejo y frente al cuadro alfarero los centrales fueron Ramalho y Alcalá. Pero Ignasi Miquel ya está listo para volver a jugar y podría ser una de las novedades. Lo mismo ocurre en los laterales donde tampoco está claro quienes jugarán.