El Mallorca, tan necesitado de puntos cómo estaba, sabe que Son Moix debe convertirse en un auténtico fortín para conseguir la permanencia. Los hombres de Vicente Moreno se transforman cuando juegan en territorio insular. Un Dr. Jekyll y Mr. Hyde, según jueguen en Son Moix o no. En la mañana del domingo, se vio un equipo vertical, agresivo, con las ideas del mitificado entrenador plasmadas a la perfección en el campo. Y el resultado, una roca defensiva y unas gacelas al ataque.
Cierto es que el Villarreal empezó mejor el partido que su contrincante. Esperaba el Mallorca atrás y dejaba jugar hasta el centro del campo a Cazorla y cía. A partir de aquí, se diluía el equipo de Calleja, y se lanzaban los de Moreno. De la presión alta mallorquina nació el primer penalti señalado por Del Cerro Grande, que Lago Junior transformó.
Con el 1-0, el Mallorca no cambió su plan. Cómo iba a hacerlo, si le estaba funcionando a la perfección y anulaba por completo el ataque castellonense. Se habían asentado sobre el terreno de juego cuando el Villarreal aún no había salido de vestuarios. Como consecuencia, otro penalti que Dani Rodríguez tampoco desaprovechaba. 2-0 en 20 minutos, y sin haberse jugado nada. Pareció despertar el Villarreal al filo del descanso con claras ocasiones, pero no fueron suficiente para batir a Reina.
Kubo disipa las dudas
La dinámica con la que había acabado la primera parte el Villarreal era muy positiva. Llegaron con mucho peligro al área chica de Reina, y por poco no marcaron. Pues fue empezar el segundo tiempo, y penalti cometido sobre Gerard Moreno. Cazorla reducía distancias y metía el susto en el cuerpo a los mallorquines. Pero el susto duró lo que quiso Take Kubo. El genial jugador asiático lanzó un latigazo desde la frontal del área a los 4 minutos del gol de Cazorla. Se estrenaba el zurdo en la liga, y atenuaba la reacción ‘grogueta’.
La voluntad del Mallorca fue enfríar el partido. Que no se jugase demasiado y que los atacantes vestidos de amarillo no cogieran ni confianza ni fe en la remontada. De hecho, Ekambi sí lo intentó con ahínco, pero Gerard Moreno, pichichi nacional, desapareció entre la seriedad defensiva local. Tampoco Chukwueze tuvo el día. Jamás dejaron de intentarlo, pero las opciones de remontada del Villarreal se esfumaron con el gol de Kubo.
El Mallorca pasó por encima del Villarreal durante toda la primera parte, suficiente para llevarse los 3 puntos ante un Villarreal que tiró por la borda 45 minutos. Ante la reacción de carácter visitante, Kubo cogió galones y disipó las dudas en Son Moix, donde no se volvieron a ver ocasiones de peligro durante la última media hora.