Málaga y Elche se enfrentaron en un encuentro con objetivos muy distintos. El equipo boquerón venía de tres partidos sin conocer la victoria y los ilicitanos sumando siete de los últimos nueve puntos.
El partido comenzó con dominio blanquiazul. Antoñín fue el más destacado de los primeros quince minutos de partido, poniendo en apuros en un par de ocasiones a Badía. A partir del minuto 10 los franjiverdes, que hoy vestían de negro, comenzaron a entrar en el partido.
Tanto fue así, que Josan se internó en el área de Munir y el guardameta malaguista cometió penalti sobre él. El lanzamiento fue ejecutado por Fidel Chaves, que engañó al portero. La reacción del Málaga no se hizo esperar y Sadiku estrelló el balón en la madera tres minutos más tarde.
El equipo local veía como el partido se le puso cuesta arriba y comenzó a perder la paciencia, por lo que las continuas protestas de los jugadores y del público a cada decisión arbitral fueron reiteradas. A todo ello, se le sumó el segundo gol de Fidel, que aumentó la distancia en el marcador a la media hora de partido. Josan pone un balón en el área y Fidel se adelanta a una defensa malaguista bastante débil para fusilar a Munir.
El Málaga empezaba a notar la presión de una posible derrota y fue a buscar el gol que hiciese acercarse al Elche. Y llegó con un gran tanto de Pacheco, a falta de poco más de 5 minutos para el descanso.
La segunda parte comenzó con clara iniciativa local. El Málaga aprovechó el arreón con el que terminó la primera parte para lanzarse a lograr el empate. Badía tuvo que intervenir en un par de ocasiones, pero Gonzalo Villar, faltando media hora para el final, puso el 1-3 en el marcador que parecía definitivo.
A partir de este momento, Sadiku se echó a las espaldas el equipo para lograr una remontada que parecía imposible, hasta que el 77 Gonzalo Villar hizo un penalti por falta a Juankar. Sadiku fue el encargado de ejecutar el penalti, enviando el balón a la izquierda de la meta del Elche.
En ese momento La Rosaleda volvió a confiar en el equipo, y lo empujó hasta lograr el empate dos minutos más tarde con un cabezazo de Antoñín, poniendo el 3-3 en el electrónico.
Con este resultado, Málaga y Elche consiguen sumar un valioso punto para sus respectivos objetivos, en un partido que tenía controlado un efectivo Elche pero no supo cerrar el choque.