Manual de efectividad del Atleti “B” en un partido embarullado

Segundo contra quinto en el Cerro del Espino, el Atleti B recibía en casa la visita del Inter de Madrid, un rival que ha ido a más con el paso de las temporadas.

Llegaban los locales con las piernas frías tras no haber disputado el encuentro de la semana pasada contra el Oviedo B, cancelado por el temporal.

Comenzó el partido de la forma más pareja posible, con ambos conjuntos tratando de hacerse con el dominio del esférico pero sin ninguno siendo capaz de monopolizarlo.

Dentro de esa igualdad era el Atlético de Madrid el que más cerca se estaba quedando del área rival, con buenas subidas por las bandas pero que no encontraban un rematador en el área. Por esto era inevitable echar de menos a Poveda, hoy en la grada después de que el Cholo le convocara para el partido contra el Granada.

Transcurrían los minutos de la primera mitad y ninguno era capaz de inquietar al portero rival, por lo que las jugadas a balón parado se presuponían claves para decantar la balanza hacia uno u otro lado.

Fue precisamente en un centro tras una falta del Inter donde llegó la ocasión más clara de la primera parte, con un cabezazo de Mejías que pese a rematar solo no fue capaz de dirigir el balón entre los tres palos. Sería la última ocasión antes de que el colegiado señalase el túnel de vestuarios.

A la segundo entro mejor el Inter, generando más peligro en los primeros minutos que en los 45 primeros, llegando a tener un gran remate de cabeza que habría entrado si Diego Conde no lo hubiese evitado.

En vistas a este nuevo panorama Nacho Fernández introdujo dos cambios con el propósito de revolucionar el partido.

No le saldría nada mal la jugada pues casi al instante llegaría el primero de los rojiblancos, obra de Óscar Clemente tras una jugada como poco embarullada.

Comenzó con un centro raso de Cedric que tras ser rematado por un atacante, le llegó al portero quien no consiguió blocar el balón y le quedó perfecto a Óscar para estrenar el marcador.

Los visitantes intentaron reaccionar al tanto pero los canteranos del Atleti están bien enseñados y son expertos en estas situaciones, por lo que no les costaría aguantar el resultado sin sufrir en exceso en defensa.

Fue tal el control que tuvieron que hasta pudieron anotar el gol de la tranquilidad ya en el tiempo de descuento, obra de Germán Valera que culminaría un gran eslalon con un disparo igual de bueno. La victoria además coge más valor con la derrota del Atlético Baleares contra el Getafe B, penúltimo en la tabla.