Pesadilla antes de Navidad

El Hércules continúa negado en Liga. Los alicantinos no dejan de superarse de nuevo en la pelea por la salvación y encadenan la que ya es la décima derrota en su casillero contra un Badalona que los supera en la tabla y pone aún más contra las cuerdas a los de Mir.

El primer once del recién llegado Vicente Mir sorprendió cuanto menos con la titularidad de Alejandro Alfaro, de Moha como delantero centro debido a las bajas de Benja y Jona en la delantera y el regreso de Felipe tras su puvalgia sufrida en el primer partido de liga de los alicantinos en Prat.

Con el pitido inicial y con una de las entradas más pobres de la temporada, la primera ocasión del partido llegó en un remate de cabeza de Álvaro Pérez en el minuto 5, coincidiendo con la entrada al estadio de alrededor de unos 500 aficionados debido a la protesta iniciada por la asociación de aficionados alicantinos Unidad Herculana con respecto a la medida del club de hacer pasar por caja a los abonados en el partido de Copa del Rey que el Hércules juega el martes frente al Recreativo de Huelva.

El Badalona quedó en los primeros minutos de encuentro a merced de un Hércules que dejó de lado la tónica de los centros que caracterizaban tanto a Muñoz como Planagumà para intentar jugar por medio y con largas posesiones con Carlos Martínez de enganche.

La decisión de Mir al situar a Moha como único referencia en ataque fue todo un éxito para el técnico valenciano y es que, tras un remate de Borja a pierna cambiada que rechazaría el palo derecho de Morales y Moha aparece para poner el 1-0 a favor de los alicantinos. Sin embargo, la alegría no duró más de cinco minutos en la parroquia local; un genial centro de Cris Montes rematado por Abel dejaría a Falcón vendido para que los catalanes pusieran de nuevo las tablas en el marcador.

El gol del Badalona dejó tocado a un Hércules que no aprovechaba las pocas ocasiones claras que tenía, principalmente con Moha Traoré como protagonista, y que permitía a los catalanes disparar de media distancia todo lo que el equipo menos goleador del grupo quisiese. Los fantasmas del pasado de los que tanto trabajo le va a costar a Mir en el vestuario se dejaron ver a final de una primera parte donde los alicantinos apenas crearon peligro al conjunto de Manolo González. Con el pitido del final de la primera parte, el José Rico Pérez se dejó oír y mostró su enfado por el juego que su equipo estaba mostrando en una primera parte que marcharía a las duchas con el 1-1.

El esperpento que daba el Hércules obligó a Mir a realizar cambios en el once inicial;Fran Miranda por Alfaro, Moha regresaría a la banda derecha,Borja a la izquierda, Carlos Martínez ocuparía la posición de delantero y se pasaría de un 4-2-3-1 a un 4-3-3. Pese a todos los cambios realizados por el técnico valenciano, el Hércules se cavaría su propia tumba solo 10 minutos después del inicio de la segunda parte con el gol de Chema Moreno en una jugada que de nuevo poco podía hacer Falcón. De nuevo el equipo menos goleador de la categoría le haría un gol a un Hércules triste que veía como el 1-2 en el marcador le dejaba contra las cuerdas en el regreso de Mir al banquillo blanquiazul.

La desesperación parece ser la virtud más exitosa del Hércules este año sobre el verde. El escandaloso partido que estaban realizando los alicantinos no solo en ataque, sino que también dejaba ocasiones claras para el Badalona, sofocó aún más a una afición que bajo el cántico “directiva dimisión” denunciaba la inestabilidad del club en todas sus parcelas.

Ni un solo tiro a puerta realizó el Hércules en 30 minutos de una segunda mitad aún incluso con la entrada del canterano Abde. El partido no dio para nada más y cerraría con una sonora pitada de los casi cinco mil espectadores que de nuevo observaron como su equipo daba una lección de lo que no se debe hacer en un campo de fútbol. El Hércules se posiciona antepenúltimo en la clasificación a 4 puntos de la salvación a esperas de lo que haga el Nàstic mañana frente al Atlético Levante en Buñol.