Fonteta. Fortín. Felicidad

El Valencia Basket  sale a  por todas

El primer cuarto comenzó con un Valencia Basket muy acertado en ataque gracias sobre todo a la inspiración ofensiva de Dubljevic, pero pronto se secaría esta fuente de recursos ofensivos  y llegarían los problemas de anotación de los taronja, excesivamente proclives al lanzamiento de tres puntos. Los baskonistas, por su parte, realizaban un juego más coral y consistente con Shengelia como estilete anotador. La defensa azulgrana fue cerrándose sobre su propio aro al mismo ritmo que el tiro exterior  valenciano fue perdiendo eficacia. Control en el rebote defensivo y transiciones rápidas para su máxima diferencia en el marcador, 12-19, a falta de un minuto. Tiempo muerto del entrenador local y reacción del equipo para llegar empatados al final del primer parcial. (19-19)

La igualdad se deshace

El segundo cuarto empezaba con los mismos parámetros que el primero, mucho acierto ofensivo y nuevo estirón de los de Ponsarnau. Era un partido de rachas y ahora le correspondía a los de la Fonteta. Dos triples de Van Rossom y Labeyrie llevaban el electrónico al 25-19. El papel del francés sobre Shengelia y en el control del rebote defensivo era importante atrás mientras que Loyd atraía la defensa sobre él para dejar espacios a otros lanzadores o para procurarse penetraciones. Con la entrada de una nueva rotación, el buen entendimiento ofensivo entre Colom y Dubi dio más consistencia al juego de ataque y un abanico de posibilidades más amplio con lo que la defensa de los de Peras perdió eficacia. Con el Toko cansado y sin rotación, fue el atlético y dinámico Vildoza el que asumió la responsabilidad ofensiva de los suyos en este segundo parcial pero era en defensa donde flojeaba el equipo vitoriano, incapaz de frenar el alud ofensivo y la buena alternancia entre juego interior y exterior de los valencianos hasta llegar al descanso con la máxima ventaja . (46-36)

Valencia Basket busca romper el partido.

Tras el paso por vestuarios, los dos equipos parecieron salir con las muñecas frías y los porcentajes de anotación disminuyeron. Tan solo el buen hacer en el rebote ofensivo de los de la Fonteta les permitió mantenerse en los 10 puntos de diferencia. Los alaveses por su parte sin referencia ofensiva y sin rebote defensivo sufrían para no irse del partido demasiado pronto. Poco a poco fueron mejorando los porcentajes de tiro de Valencia Basket y con ello llegaron las rentas amplias y la fiesta al pabellón. (58-42 min 25). A los taronja les salía todo, especialmente a Dubljevic que era un martillo pilón sobre el aro baskonista. Cuando más negro pintaba el panorama para ellos, surgió la figura de Shavon Shields y con 7 puntos seguidos volvió a meter en su equipo en el partido. (63-52 min 28). Resistían en ataque los vascos pero no así en defensa donde tenían un serio problema con el rebote y con los extrapass del fluido y acertado ataque valenciano.

Los taronja arrollan a un desdibujado Baskonia

El último parcial tomaba los mismos derroteros, imparable caudal ofensivo taronja y un baskonia con las ideas cada vez más escasas y confusas. Fruto de ello vendría la autoexclusión de un desquiciado Tornike Shengelia. Solo Shavon Shields parecía creer en una remontada que se antojaba imposible,no por el marcador pero si por las sensaciones que transmitían los jugadores vitorianos sobre la pista. A cada resurrección azulgrana venía una reacción más fuerte de los de Ponsarnau, casi siempre capitaneada por un excelso Bojan Dubljevic. Triples, triples y más triples que llevaron el marcador a guarismos de otro baloncesto. Ante ese acierto, el quinteto de Perasovic nunca ofreció una respuesta defensiva contundente . Los minutos finales solo sirvieron para repartir minutos y hacer más coral la victoria. La victoria ya no se escapaba y la Fonteta enardecía con el repertorio ofensivo de los suyos. La Fonteta sigue siendo un fortín.

@VicentSarrion