El Arcángel termina cayendo

La cuarta plaza se disputaba en el Arcángel y ahí se decidiría quien ocuparía esa plaza antes de irse de vacaciones el Grupo IV de Segunda B. Tanto el Córdoba como el Marbella se disputaban dicho puesto un duelo praticida entre dos equipos que se jugaban mucho y que no venían de una mala racha, como así se podía apercibir por la zona en la que luchan cordobesistas y marbellíes.

Avisos de ambos conjuntos

El partido comenzaba con un Córdoba metido en el campo marbellí. Los blanquiverdes querían hacerse dueños del balón desde un principio y así lo harían, como ya suelen acostumbrar en numerosos partidos. No tardarían poco en tener su ocasión con un gran centro de Fernández desde la derecha, pero Zelu no llegaría pese a estirar su pierna todo lo posible. Los de Agné estaban avisando desde muy temprano y los de David Cubillo debían reaccionar pronto si no querían marcharse del Arcángel con una derrota.

El partido parecía que se estaba relajando pero llegarían dos ocasiones para los equipos. Tanto Djetei para el Córdoba como Samu Delgado para el Marbella buscarían hacer daño gracias a unas faltas cerca del área rival, pero las defensas estaban cerrando bien sus porterías. A pesar de la creación que se estaba viendo, ambos equipos no habían descuidado la parcela defensiva, por lo que el gol se veía complicado mientras pasaban los minutos.

El susto para la parroquia blanquiverde llegaría a los 20 minutos de encuentro. Un gran centro a su área, tras una falta cuestionable de Owusu, llevaba a todo el Marbella dentro de la portería de Becerra quien veía cómo se estampaba el balón contra su larguero. El linier pitaría fuera de juego, para tranquilidad de todo el Arcángel, mientras que el Marbella avisaba a todo el Córdoba sobre el peligro que estaba corriendo en cada jugada a balón parado. Aunque más clara sería la de Manel, quien fallaría su cabezazo sin ninguna oposición y prácticamente a puerta vacía.

David Cubillo saca provecho al descanso

No tardaría mucho en responder el Córdoba, animado por una grada que encontraba su mejor entrada de la temporada. Owusu empezaba a echarse sobre sus hombros el ataque blanquiverde y el Marbella empezaba a recular una vez más ante el potencial de los locales. La suerte llevaría a que el delantero no supiera conectar con el balón, tal y como le había pasado a Manel un minuto antes, ya que se encontró en la misma situación pero desvió solo el balón con un mal cabezazo.

La primera mitad quedaría sin goles de todas formas. Las defensas habían sido férreas junto a los errores puntuales habían permitido que el marcador siguiera con el 0-0. El paso por vestuarios sería fundamental tanto para Raúl Agné como para David Cubillo, quienes tenían que reactivar al equipo si querían marcharse a navidades con tres puntos más.

Al Marbella parecía que le vendría bien, ya que nada más reanudarse la segunda mitad llegaría su tanto. Tras un rechace, un balón aéreo llegaba al área blanquiverde y Fidel se las tendría que ver con dos jugadores marbellíes. Manel conseguiría superar a su compañero y al defensa panameño, poniendo el 0-1 en el marcador y silenciando a todo el Arcángel.

Owusu levanta a los suyos

Pese al gol y unos minutos de duda, el equipo de Agné empezaría a reaccionar. La entrada de Juanto buscaba meter más presión a la defensa y las faltas constantes de la defensa del Marbella estaban caldeando un ambiente que podía beneficiar más a los locales. Los cordobesistas querían el gol del empate lo antes posible y el aliento del Arcángel podía ser lo que necesitaban.

Esa reacción se estaba notando cada vez más y, de no ser por Wilfred, el Córdoba podía haber ido ya empatando a media hora del final. Un gran centro de Jesús Álvaro se paseaba por todo el área y llegaba hasta Fernández, a quien se le haría la portería muy pequeña ante la salida del guardameta, que evitaba el 1-1.

Era tanta la insistencia del Córdoba que el premio llegaría pronto. Una falta sobre Owusu al borde del área daría la oportunidad a Miguel de las Cuevas a poner un gran centro del área. Muchos serían los jugadores que entrarían con todo y, entre todo ese barullo, Owusu conseguiría meter el esférico de una forma poco ortodoxa. El Arcángel sabía que había hecho sangre su equipo y se levantaba una vez más para pedir ese otro gol que pusiera al Marella contra las cuerdas.

Mustafa vuelve a abrir el cofre blanquiverde

Lo que nadie iba a esperar en el Nuevo Arcángel sería la reacción de un Marbella que parecía estar peor que su equipo. Un centro desde la derecha sería prolongado por Fidel Escobar, el cual no sería despejado por ningún compañero. Mustafa recibiría el balón sin ninguna oposición y lo rompería para poder poner a los suyos de nuevo por delante.

El Marbella había conseguido en muy poco lo que tanto le había costado al Córdoba y se disponía a dormir el partido todo lo posible para que no hubiera otra reacción de su rival. Los de Agné no supieron levantarse tan fácil de este golpe y parecía que la facilidad de creación que habían tenido ya no existía sobre el césped. Todo el mundo miraba al banquillo pero parecía que su técnico no quería hacer ningún cambio, hasta que se escucharía el nombre de Sebas en la banda.

Los minuto finales estaban volviendo a ser como quería el Córdoba. El asedio era constante y el Marbella trataba de achicar agua como podía. El problema volvía a ser en que todo lo generado costaba llevarlo hasta el final y el gol blanquiverde seguía sin llegar. Tanto sería así que finalmente el equipo de Raúl Agné acabaría teniendo su primera derrota de la temporada en su estadio, sin conseguir arrebatarle la cuarta plaza a un Marbella que consiguió más con menos.