2019: El año del regreso

El Racing de Santander logró el ansiado ascenso al fútbol profesional tras cuatro años pero con cierta irregularidad e incertidumbre con el futuro en LaLiga Smartbank

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El 2019 quedará en la memoria de todos los aficionados verdiblancos. Aquel 2 de junio, en un césped sintético como Son Malferit en una mañana con un calor sofocante, el Racing de Santander logró un ascenso que 4 años de sufrimiento en el pozo de la Segunda B. Ese gol de Aitor Buñuel puso un empate en el marcador que permitió al conjunto cántabro ganar la eliminatoria de campeones al Atlético Baleares y regresar al fútbol profesional.

El conjunto dirigido por aquel entonces por Iván Ania volaba en el grupo II de Segunda B. La primera vuelta, aun en 2018, fue de record para el Racing de Santander que encarriló el primer puesto, el primero de los objetivos. En la segunda vuelta los cántabros se dejaron llevar. No era el mismo ritmo, no se jugaba con tanta fluidez pese a la calidad de sus jugadores. Sin embargo, a los cántabros no les preocupó bajar de quinta a segunda marcha ya que se proclamó campeón de grupo a falta de 3 jornadas para el final.

Solo se miraba el playoff

Tal fue la relajación del conjunto cántabro que para ver la última victoria a domicilio, incluyendo esta temporada, nos tenemos que ir al 17 de marzo cuando se ganó en Calahorra. Pero desde entonces, el bagaje fue de una victoria, una derrota y un total de 7 empates. Claro eran unos datos que preocupaban. La ventaja con el segundo era considerable para ser primero. Pero lo que generaba incertidumbre era el no llegar preparados a la cita importante de la temporada.

Pero también había otra lectura. Era un Racing que iba a vela, se dejaba llevar tanta en casa como fuera y no apretaba el acelerador para ganar los partidos. No había necesidad y la mente estaba puesta en playoff. Sin embargo, el empatar siete encuentros significaba que el equipo competía y no daba síntomas de bajón en ningún aspecto. Solo había que esperar a los dos partidos del ascenso.

Ascenso en Son Malferit

Y esos partidos llegaron. El Atlético Baleares era uno de los rivales a evitar por su campo de césped sintético. Algo que recordaba al último ascenso conseguido en Llagostera hace ya 5 años. Pero daba igual, había que ascender por lo civil o por lo criminal. El optimismo estaba garantizado. La importancia del partido en casa era muy alta sabiendo lo que esperaba en las islas a la vuelta. Una cosa buena y una mala. No recibió el gol que valdría doble pero no ganó el partido. Un resultado a gafas que dejó todo por decidir para la vuelta.

Ibas con la preocupación. Por la mañana, césped artificial, rival correoso que apenas había perdido en casa. Todo estaba en casa. Sin embargo, en el fútbol hay 3 resultados y dos le servían al conjunto cántabro. Y ese 66,6 periodo por ciento favoreció al Racing. Pese a irse perdiendo al descanso, el equipo se puso el mono y logró un gol de la manera menos pensada. El lateral derecho que cerraba se acercó más de lo habitual a la frontal y soltó un latigazo que pasó entre mil piernas. El Racing era de Segunda.

La celebración fue esa misma noche en la Plaza del Ayuntamiento de ciudad santanderina. El racinguismo necesitaba volver a vivir eso tras años de desencanto. El Racing volvía al fútbol profesional. Era la Segunda, otros años era un fracaso estar ahí, pero esta vez sabía a gloria. Tras 4 años en Segunda B, volvió a salir el sol y el Racing de Santander volvió al lugar donde se merece.

Vuelta al fútbol profesional

Y comenzó la andadura en la LaLiga Smartbank. Medio equipo era nuevo pero manteniendo una base del año pasado. Al principio mucho optimismo, mucha ilusión, viendo lo que proponía el equipo y la capacidad de competir que había hasta que nos dimos cuenta que lo resultados no llegaban. El equipo está penúltimo. No se que destaca más, si las dos únicas victorias logradas o que se hayan sumado hasta 12 empates en esta primera vuelta.

Con goleadas, pero solo dos victorias ante Mirandés y Extremadura en El Sardinero. Esos seis puntos, más los doce de los empates, son los que cosecha el Racing de Santander que ahora está a cuatro puntos de la permanencia. Un sitio de donde va a ser muy difícil de salir y que para ellos se necesita resultados ya. Se espera que la llegada de refuerzos den un plus al equipo. Sin embargo, para ello hay que dar alguna baja.

Cambio de entrenador sin beneficio

Cristobal Parralo sustituyó a Iván Ania en el banquillo racinguista tras empatar contra la Ponferradina. Solo había logrado una victoria en 15 partidos y eran números que hacía que al entrenador asturiano se le acabara el crédito. Llegó Parralo y más de lo mismo. Juegan los mismos, los errores continúan y los resultados siguen sin llegar. En 6 partidos, una victoria, tres empates y dos derrotas.

Sin embargo, hay que valorar el dato más relevante. El Racing ha empatado 12 de sus 21 partidos, algo que significa que el equipo compite todos los partidos. Además, en la mayoría de ellos se ha adelantado en el marcador y ha sido empatado en los minutos finales. El fútbol no son merecimientos pero hay que reconocer que, pese a las carencias del equipo, la mala fortuna se ha cebado con el Racing.

Se han escapado puntos hasta en la última jugada. El Almería se llevó un punto de Santander a balón parado en el 93. Los tres puntos no vinieron de Huesca por un error en el 95. Fue el partido perfecto hasta esa acción. El Cádiz, líder de la categoría, se llevó la victoria con un penalti en el minuto 100, el Fuenlabrada empató 2 goles cuando el partido parecía muerto. Y así ha habido más. Sin duda, son fallos que te cuestan un descenso.

Condenados a los tres jugones y el portero

Si algo tiene de que presumir el Racing es de la línea de 3 mediapuntas que juegan en el 4-2-3-1 empleado por los dos técnicos hasta el momentos. Enzo Lombardo desborda desde la izquierda, Karim Yoda pone el gol desde la derecha, 8 tantos, y Álvaro Cejudo pone la calidad y veteranía en la mediapunta. Junto a ellos se salva el portero Luca Zidane por las grandes paradas de mérito. De largo, los mejores jugadores del conjunto cántabro.

También un problema que puede ser hasta fundamental es que la libertad que tienen esta línea de tres mediapuntas perjudica al equipo en defensa. Muchas veces los laterales no reciben ayudas y el centro del campo no es dominado por los cántabros. Eso parte al equipo y aun no se ha encontrado la manera de solucionar. La mayor virtud es el mayor defecto.

Luego hablamos de que la pareja veterana de centrales Alexis-Figueras no termina de cuajar, que los laterales parecen autovías, que los pivotes no ganan nunca el centro del campo y que da igual quien juegue de delantero porque no hay gol. El problema no es que no haya jugadores, se han visto equipos de menos calidad. Lo que pasa es que el Racing no juega como un equipo sólido y está condenado a sufrir jugando así.

El problema, a parte de táctico porque siempre se ve lo mismo sobre el césped, es anímico en los futbolistas. Ves al equipo hundido y en parte es normal por los diversos varapalos que se han llevado. Si cuando juego bien no gano y si cuando lo hago mal tampoco al final hunde al futbolista y al final no salen las cosas. El Racing tiene más de lo que tiene y puede hacer mejores cosas. Otra cosa es que se empiecen a hacer mejor las cosas y la fortuna cae del lado de los verdiblancos.

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