Uno de los fichajes más extraños que realizó el Deportivo el pasado verano fue el de Beto da Silva (Lima, Perú, 28 de diciembre de 1996). Un jugador del que el propio entrenador del club herculino por entonces, Juan Antonio Anquela, reconoció no haber oído hablar en su vida. Apuesta de Carmelo del Pozo, el peruano llegó a Riazor para reforzar los extremos, donde el club tenía carencias. Sin embargo, a día de hoy, su participación se ha visto reducida a 184 minutos en ocho partidos, dando una asistencia.
Y lo que es peor para Beto da Silva es que ya se ha convertido en el primer descarte de Fernando Vázquez. El peruano ya sabe que debe salir. Ya no solo porque el técnico no cuente con él, sino para liberar la plaza de jugador extracomunitario que el club quiere que sea para Celso Borges. El problema es que Tigres, su club de origen, no quiere cancelar la cesión hasta encontrar un nuevo destino. Alianza de Lima quiere contar con el jugador, pero éste no quiere, una vez está en Europa volver al continente americano. Una serie de variables que, por ahora, dificulta su salida de A Coruña.
El Rayo lo tiene en agenda
Aunque todo podría tener una salida. Y es que según Mundo Deportivo, el Rayo Vallecano tiene a Beto da Silva en su agenda. Diego Cobeño, director deportivo del Rayo, busca varios refuerzos en este mercado invernal. Uno o dos llegarán para los costados, donde Paco Jémez reclama efectivos. De acabar recalando en el Rayo, se encontraría con su compatriota Advíncula, otro peruano que milita en el cuadro de la franja. Será la evolución del mercado, la que determine si ambos comparten vestuario o sus caminos siguen separados.