El fortín balear no falla

El partido de gallos comenzaba en el Estadio Balear con el conjunto local llevando la iniciativa y bucando la meta de Basilio que no tardo en encajar un gol. Juganda de los baleares de banda derecha a banda izquierda con Peris puso un centro medido y preciso para que se alzase por encima de todos Iturraspe y de cabeza la enviase al fondo de la red. Minuto 2 de partido y el colíder ya mandaba en el marcador.

El primer aviso de los majariegos lo daría Tamayo sin consecuencias. Seguía teniendo más peligro el equipo local cuando montaba jugada en ataque y así lo demostró en el 13 con una gran jugada individual por banda de Alberto Gil que se metió en el área y puso el balón pero sus compañeros no encontraron remate certero para poner el segundo.

Al Rayo le costaba tener presencia ofensiva y estaba sufriendo con cada llegada de los locales que llevaba peligro. Buscó el conjunto madrileño tener un poco más de balón y controlar el partido desde ahí. Se estiraba el Rayo. De nuevo el que lo buscaría sería Tamayo con un remate que, con dificultad y en dos tiempos, paró Manu Herrera.

La ventaja era mínima para los locales que sabía de la necesidad de hacer el segundo para tener tranquilidad, no bajaba los brazos el Rayo que quería poner la igualada antes del descanso. Buscó precisamente el segundo David Haro con un chut que se fue desviado. LE costaba a ambos conjuntos tener continuidad en el juego.

Volvió a avisar el conjunto local. Tuvo el segundo Jordan tras una gran jugada colectiva que finalizó Alberto Gil poniéndola al corazón del área donde llegaba desde segunda línea Jordan que remató y fue providencial Basilio para enviarla a córner.  No se movió el marcador al descanso y con la victoria local enfilaban vestuarios ambos equipos.

Ya en el segundo tiempo, ninguno de los dos conjuntos tenía el control ni conseguía llevar peligro a las áreas. Pasaban los minutos y ambos equipos aguantaban en defensa las intentonas del conjunto rival. No tardó Calero en tomar medidas para buscar la remontada introduciendo un doble cambio. Salió con hambre el Rayo pero no encontraba el camino al gol.

Dos fueras de juego en pocos minutos cortaron las ocasiones de los locales que tras varias faltas no pitadas se caldeó el ambiente  dentro del campo y en la grada. El partido estaba abierto y el gol podría llegar en cualquier área. La ventaja local era corta y no quería arriesgarse el equipo balear a perder tres puntos vitales ante uno de sus perseguidores al que podría meterle 15 puntos.

En el tramo final del partido el Rayo fue con todo al ataque quemando todos sus cartuchos ante un Baleares que buscaba matar a la contra.  En los últimos minutos salvó Manu Herrera lo que parecía el gol del empate en un remate de Iago Díaz desde fuera del área. A pesar de las intentonas majariegas el gol no llegó y los tres puntos se quedaban en el fortín balear dejanto al conjunto blanquiazul líder profesional y dejando a su rival a 15 puntos.