David no pudo con Goliat en un polémico partido
El conjunto balear sigue en cabeza de tabla tras ganar su partido contra el Sanse, donde el protagonista fue el árbitro
Duele de opuestos en el Nuevo Matapiñonera, en el que el Sanse llegando como último clasificado recibía la vista del Atlético Baleares, el líder de la categoría empatado s puntos con el Atleti “B”.
No obstante, su situación clasificatoria poco importó sobre el papel pues fue el Sanse quien, espoleado por su afición, llevó la batuta del partido, poniendo las llegadas más peligrosas.
El público que se había dado cita en el estadio estaba muy metido en el partido, animando en cada acción a sus jugadores y protestando con vehemencia todas las decisiones arbitrales adversas a su equipo.
El empuje de la afición se tradujo en el campo, y al Atlético Baleares no se le vio cómodo en ningún momento, aunque el Sanse echaba en falta un poco más de pegada para poder ponerse por delante.
Parecía estar todo de cara para el Sanse cuando el Atlético Baleares aprovechó prácticamente la única llegada que tuvo en la primera parte.
Un buen pase al hueco a Haro acabo con un disparo de este que se estrelló en el palo, con la mala fortuna para el Sanse de que el balón le golpeara en la pierna a Estellés y se terminase introduciendo en su propio portería.
La segunda parte la comenzó el Sanse más embotellado, con menos claridad en su planteamiento y menos precisión en los pases.
Las afluencia de llegadas del Sanse se iba reduciendo con el paso del tiempo y estas seguían sin ser claras, por lo que no lograban inquietar al portero rival.
Para colmo, los jugadores incentivados por su afición estaban cada vez más pendientes de protestar al árbitro que de jugar el partido.
En el último tramo del partido el Sanse le introdujo al juego un “plus” de intensidad, que junta al plan del Atlético Baleares de cerrarse atrás, provocó que volvieran a acercarse al área con cierto peligro, siendo estos sólo interrumpidos por las protestas de los jugadores y entrenador, llegando a ser amonestado este último con amarilla.
Así se terminaría muriendo un partido en el que el arbitraje fue más protagonista de lo que debería, y con un Atlético Baleares que entre toda la polémica aprovecha el pinchazo del Atleti B para ser líder en solitario.