Iván Navarro salva al Córdoba
Una gran remontada de los cordobesistas, pese a tener uno menos por la expulsión de Becerra, da tres puntos importantes para seguir en la lucha por el ascenso.
El conjunto blanquiverde volvía a su feudo. La visita del filial sevillista podía suponer una nueva oportunidad para asegurar su puesto en playoff e incluso meterle distancia a sus perseguidores. Por su parte, el equipo dirigido por Paco Gallardo quería darle continuidad a su victoria frente al Algeciras y el escenario, muy conocido por el filial, podía ser el perfecto para repetir lo que ya consiguieron hace años en Segunda División.
Un inicio de pocas ocasiones
Aunque ninguno de los dos equipos parecía salir con un dominio claro, si es cierto que ambos salían con ganas de encontrar portería rival lo antes posible. Mientras que el Córdoba trataba de hacerlo mediante su ya clásico toque constante, los jóvenes hispalenses lo intentaban con jugadas más verticales. Lo único que faltaba en ambos eran ocasiones claras, ya que durante los primeros minutos tanto Becerra como Alfonso no estaban teniendo ningún trabajo.
Poco a poco, el estilo del Córdoba se iría imponiendo y la posesión empezaría a recaer más en el lado blanquiverde. No por ello los jugadores de Raúl Agné estaban consiguiendo hacerle algún tipo de daño a los sevillistas. Las ocasiones seguían siendo escasas y aunque parecía que había una mayor intención por parte de los cordobesistas, Piovaccari seguía encontrándose muy solo en la delantera.
La primera ocasión clara tardaría casi media hora en llegar. El juego estaba siendo intenso e incluso algún que otro encontronazo entre los jugadores se había dado ya, pero sería Piovaccari quien crearía la primera ocasión. Pero lo que nadie esperaba era la jugada que iba a realizar el filial sevillista terminando con un gol en propia puerta de Xavi Molina.
Un descanso que cambiaría el partido
Los sevillistas estaban sabiendo aprovechar mucho mejor su estilo frente a un Córdoba que parecía no tener muchas ideas para salir de su campo. Los pupilos de Paco Gallardo habían conseguido sacarle más provecho a su juego vertical durante la primera mitad y Raúl Agné necesitaba pasar por vestuarios para reajustar todo el juego del Córdoba.
El cambio que realizaría sería mucho más ofensivo e introduciría a uno de sus chicos del filia por el central Chus Herrero. Tal vez fuese por eso o por los reajustes tácticos pero el paso por vestuarios le había sentado bien a los cordobesistas, quienes estuvieron a punto de empatar nada más empezar la segunda mitad pero un remate defectuoso de Iván Navarro dejaría a los suyos por ahora sin el primer tanto blanquiverde.
El Córdoba había comenzado su particular asedio y el filial sevillista estaba empezando a sufrir todo lo que no había sufrido en los primeros 45 minutos. Solo Alfonso estaba evitando que el empate estuviera en el marcador con grandes paradas como la realizada a Piovaccari tras un saque de esquina. Aún así, Paco Gallardo intentaba que sus jugadores se ubicaran porque estaban concediendo mucho espacio en cada una de sus líneas y el gol blanquiverde parecía estar avecinándose.
Una de cal y otra de arena
El Sevilla Atlético se estaba reponiendo poco a poco, aunque parecía que el Córdoba seguía teniendo más importancia, pero a falta de 20 minutos para el final llegaría la expulsión de Becerra. Un contraataque de Lara haría que el guardameta, sin control alguno, saliera con todo y derribara al jugador sevillista. La roja era la única solución a este derribo y la cuesta se ponía aún más empinada para un Córdoba que le quedaba poco tiempo para intentar la épica.
Pero la misma suerte que había tenido el Sevilla Atlético en la primera parte la tendría en esta ocasión el conjunto blanquiverde. Un saque de esquina pondría un buen balón en el área pequeña pero el esférico no iría para ningún jugador local, aunque ahí estaba Álex Robles quien se equivocaría de lado para despejar e introduciría de cabeza el balón en su propia portería.
El asedio cordobesista, pese a ir con uno menos, en ningún momento parecía tener fin. El conjunto local acumulaba cada vez más jugadores en área rival y la defensa sevillista cada vez se encontraba más indecisa. Iván Navarro estaba siendo la alegría de la huerta y sería el protagonista de la segunda mitad. Una jugada donde Alfonso salvaría a los suyos, dejaría el balón muerto dentro del área chica para que el el joven blanquiverde pusiera el 2-1 en el marcador.
Ya no era solo el tanto de Iván Navarro, sino que toda la presión y tensión que se vivía acabaría dejando el final del partido sin entrenadores en el banquillo. Se avecinaba un extenso tiempo de descuento donde los sevillistas se echaban arriba con todo lo que tenían. Y aunque esa tensión seguiría hasta el final, convirtiendo el partido en un correcalles, el Córdoba conseguiría amarrar tres puntos muy importantes para seguir en su lucha por el ascenso.
