El próximo domingo se reproduce en El Nuevo Mirador la consabida y mítica serie de David contra Goliat.
Un transatlántico en forma de Carabela Púnica que atraca en la Bahía de Algeciras para continuar con la lucha por el ascenso y su única intención es pasar por encima del rival para que prosiga la racha de resultados que le aúpen aun más al frente de la clasificación. El que más victorias y el segundo con menos derrotas del campeonato, con ex jugadores de primera, segunda y experimentados del Grupo IV que pretende seguir en la regular marcha por el mismo.
Tendrá enfrente a un rival que en la ida se fue de vacío ya que al ‘Efesé‘ le bastó con dos zarpazos de talento para ganar y pasar página. A devorar al siguiente. Un proyecto consolidado, serio y potente que tiene en defensa su principal arma. Es uno de los equipos menos goleados de España y esa característica en un Grupo como el IV es oro molido.
Aunque todos estos elogios, debilitan y tiene su cara B. Todo lo que no sea ganar en El Nuevo Mirador, es un fracaso absoluto. Con la presión que esto ejerce sobre las piernas de los jugadores. Aunque en la actualidad el equipo blanquinegro no da síntomas de debilidad. De ahí que el míster Borja Jiménez no dé el partido por ganado, ni muchísimo menos: «Los equipos que están de media tabla para abajo se agarran mucho a sus partidos en casa para poder puntuar. Ya lo vimos que hace quince días fue capaz de imponerse al Badajoz y el nuestro será como todos los partidos de esta categoría, lo digo siempre, va a ser un partido difícil».
Veamos como llega el Algeciras. Inevitablemente hay que hablar de una enésima final. Son 5 los puntos que separan al equipo de Ballesta de la zona ajena al descenso, y continúan las dudas de juego, tanto en defensa como en ataque. La revolución en el mercado de invierno no se ve reflejada en la calidad del equipo y los números del nuevo míster no mejoran lo despedido.
El técnico aragonés también tiene el beneficio de la duda de tener que encajar un engranaje de nuevas piezas en el verde, que se adapten a las necesidades de puntos que tiene el equipo. El mal partido ante el filial del Cádiz provoca las dudas de nuevo en una plantilla que pese a estar acostumbrada a los golpes, ve como sus esfuerzos y su mejora en ciertas prestaciones en ataque, no se ven reflejadas en la clasificación. Sin embargo, Salva Ballesta avisa: «El Cartagena es uno de los rivales de la categoría. Sin embargo hemos estudiado durante toda la semana sus debilidades y sabemos qué tenemos que hacer para hacerles daño. Quedan muchos puntos por disputar y hay que estar en el equipo».
El Algeciras se encomienda a su fortín de casa, a su ‘suerte’ frente a los grandes, y a besar el escudo. El Cartagena se fortalece con un proyecto sólido, con jugadores con un talento de categoría superior, y a una trayectoria envidiable. Ahora bien, si entra la pelota, da igual lo que sobre el papel se diga. ¿Moneda al aire o bailar con la más fea?