En-Nesyri no permite la sorpresa
En-Nesyri consigue salvar a los suyos en el descuento, tras ver cómo el Osasuna les había empatado un 2-0 con un jugador menos.
El conjunto de Lopetegui se volvía a encontrar con el Osasuna pero esta vez sería delante de su gente. El Sevilla quiere seguir convenciendo como en Getafe y olvidar las dudas que ha generado en la Europa League pero en frente tendría un equipo rocoso. Arrasate quería volver a la senda de la victoria y, con algunos cambios en su once inicial, se lanzaría a por los tres puntos para seguir manteniéndose en la zona media de la tabla.
En-Nesyri se estrena en el Sánchez-Pizjuán
Desde un primer momento se verían a dos equipos que querían presionar a su rival y no darle un solo respiro. El Sevilla no parecía hacerse con el control de balón por completo, como suele acostumbrar, mientras que el Osasuna intentaba tener las filas cerradas sin tener prisa por encontrar a Enric Gallego arriba. El balón iba de un equipo a otro pero el primero en avisar sería el equipo andaluz con una gran galopada de Escudero que finalizaría el mismo desde la frontal, aunque se encontraría con un gran Herrera.
El aviso de aquel contraataque traería consigo la forma en que llegaría el primer tanto del encuentro. Un contraataque a raíz de un gran robo de Óliver Torres permitiría que éste dejara a En-Nesyri solo frente a Herrera. El delantero no permitiría tirando más con fuerza que con calidad, pero que resultaría ser igual de efectivo para poner a los suyos por delante.
Los de Lopetegui parecían estar cada vez más cómodos y el gol les había servido para darle un golpe duro al Osasuna. La dinámica del Sevilla parecía haber cambiado y, aunque seguían con su juego combinativo habitual, se les veía también cómodo esperando a los rojillos y saliendo en tromba en cada contraataque que se proponían.
Una sorpresa inesperada
Con el paso de los minutos, Arrasate vería cómo los suyos empezaban a crecerse y acercarse a la portería de Bono. Aunque no generaban ocasiones, la banda de Estupiñán y Lato estaba creando problemas a los sevillistas y era una baza que querían aprovechar los rojillos. Además, un problema se le añadiría a Lopetegui con la baja de Fernando, quien sufriría una rotura muscular en una jugada, siendo una baja importante para este equipo.
Los jugadores parecían estar pensando ya en ir al túnel de vestuarios cuando un saque de esquina de Óliver Torres volvería a poner el centro preciso para los suyos. El balón iría al primer palo donde entraban tanto Koundé como Ocampos, pero sería el argentino quien la peinaría al segundo palo para que Herrera no pudiera hacer nada para salvar el 2-0.
Arrasate iría finalmente al descanso con un resultado que no esperaba y, más que reajustar, debía levantar a los suyos. El fútbol que habían realizado había resultado bueno pero solo faltaba que se mirara más a portería rival, algo de lo que tenían gran parte de culpa los defensas sevillistas. Sería con ellos precisamente con los que probablemente más hablaría Lopetegui, ya que se acercaban los segundos 45 minutos y no quería sorpresas como en otras ocasiones.
Una expulsión que revoluciona al Osasuna
La polémica llegaría nada más empezar la segunda mitad. Después de una acción donde Arnaiz pudo acercar a los suyos en el marcador, llegaría una salida de Herrera fuera del área ante una llegada de Ocampos totalmente solo. Los jugadores sevillistas y todo el estadio reclamaban que el guardameta la había tocado con la mano fuera del área, mientras que Del Cerro Grande tendría que esperar la revisión del VAR. La repetición le permitiría ver la infracción de Herrera y terminaría expulsándolo.
El partido parecía ponerse de cara por completo para el Sevilla, aunque el fútbol a veces te puede dar y otras quitar. Sería esto último lo que pasaría minutos posteriores de la expulsión rojilla. Una falta para el Osasuna sería la oportunidad para que Aridane aprovechara un gran centro de Roberto Torres para recortar distancias en el marcador y, como es comprensible, silenciar todo el Sánchez-Pizjuán.
Los nervios empezaban a salir en el lado hispalense y esa ansiedad empezaba a apoderarse de los jugadores de Lopetegui, quien pedía calma y cabeza desde la banda. El problema es que el Sevilla estaba cometiendo errores incomprensibles y otro le iba a dar la oportunidad a Roberto Torres de poner el empate en el marcardor. Una mano de Escudero dentro del área tendría que ser revisada de nuevo por el VAR y esto llevaría al capitán rojillo al punto de penalti, quien no fallaría y animaría el último cuarto de hora con un partido totalmente nuevo, pese a ir con un jugador menos.
Unos minutos finales de locura sevillista
El Sevilla sabía que debía volver a irse arriba si quería obtener unos tres puntos que parecían no estar tan seguros como en el descanso. Los nervios estaban metiendo demasiada presión al equipo de Lopetegui, quien pedía cabeza desde la banda y seguía pidiendo a los suyos que atacaran desde las bandas. En-Nesyri y De Jong esperaban dentro del área pero los balones no llegaban nunca a unos delanteros que empezaban a entrar en desesperación.
Los de Arrasate parecían estar más cómodos en los minutos de añadido, los cuales serían bastantes por todo el tiempo perdido a causa del VAR. Ambos conjuntos tenían ocho minutos para intentar la heroica pero nadie parecía tener ese plus que les diese el ansiado gol. Pero En-Nesyri estaba enchufado y en una jugada de locos dentro del área llegaría el tanto para ponerse de nuevo por delante.
Los rojillos no tenían otra que echarse arriba para buscar el empate. Pero el Sevilla sería quien se adueñaría del esférico la mayor parte de los minutos que quedaban y eso sería la garantía para Lopetegui. El Sevilla volvía a sumar otros tres puntos una jornada después, aunque los pitos en su grada demostrarían que no estaban contentos con la forma para conseguirlos. Por su parte, el Osasuna acumularía una derrota más, algo que tendría que resolver en las próximas semanas si no quiere meterse en líos al final de temporada.
