Ipurúa exige guerreros. Eibar quiere lluvia y fútbol. Todo se dio cita sobre el terreno de juego del campo eibarrés. Los de Mendilíbar y Moreno se pusieron el mono de trabajo en un partido con aroma a final.
Los mallorquinistas salieron con las ideas muy claras. Con un 5-3-2 a la cabeza, Moreno planteó un partido rocosa y una defensa férrea delante de los centros laterales del Eibar. Nada más empezar, Cucho tuvo el 0-1, pero apareció Dimitrovic para debaratar la intentona visitante. Sin tiempo para descansar, Cote mandaba al larguero una falta lejana, para poner el miedo en todos los baleares.
Tras el intenso inicio, ambos equipos bajaron el pistón y el juego fue mucho más lento que en los primeros minutos. Con el Eibar jugando por las bandas, el Mallorca se mostró sólido al tener superioridad numérica dentro del área con sus tres centrales. Los baleares se dedicaron a buscar a sus tres puntales ofensivos para salir a la contra y les funcionó. En una salida de Kubo, Arbilla le paró en falta y Dani Rodríguez se encargó de sacar oro desde la esquina del área. 0-1 del gallego y el partido se iba al descanso.
Con el paso por los vestuarios, el Eibar sacó las pistolas, sin seguro, para acribillar la portería de Manolo Reina. Sergi Enrich tuvo la suya, pero apareció Sedlar con la cara para evitar el empate armero. Con el inicio apisonador del Eibar, el Mallorca empezó a correr bajo la batuta de Dani Rodríguez, pero detrás de la oreja a Orellana comandando a los suyos en busca del empate. Los bermellones pusieron el corazón en un puño a los armeros, pero Cucho mandó fuera un chut desde el área pequeña.
Cuando empezaban a sonar los tambores de épica a falta de diez minutos, apareció Pozo para marcarse una carrera tras pérdida, ceder a Kubo y el japonés pusiese el 0-2 en el marcador para sentenciar el partido, pero el Eibar puso el nerviosismo al cuerpo de los bermellones con el gol de Pedro Bigas en el 92′.
Sin embargo, el tiempo ya estaba cumplido y el Mallorca consiguió la primera victoria fuera de casa que le da fuerza para afrontar lo que queda en este final de temporada. La derrota en casa, mete al Eibar, otra vez en la pelea por salir de la zona de peligro.