Una lucha digna de Europa
Reparto de puntos en el Wanda Metropolitano tras un empate a dos, donde el VAR fue protagonista con dos penaltis, y una segunda mitad donde ningún equipo consiguió imponerse al otro.
Dos conjuntos, que luchan por los puestos de Champions League, se encontrarían en el Wanda Metropolitano este sábado. Los de Lopetegui visitaban al conjunto rojiblanco con la baja de dos de sus hombres más importantes, Fernando y Óliver Torres. Por su parte, Simeone quería seguir dando motivos para creer en la eliminatoria frente al Liverpool, y una victoria frente al Sevilla podía ser más que positiva.
Dominio rojiblanco y golpe sevillista
El técnico argentino se encontraría con el Sevilla más defensivo posible. La entrada de Gudelj metía a los sevillistas en el partido con una defensa de cinco hombres. No por ello los colchoneros se iban a achicar, sino todo lo contrario, ya que se vería a un Atlético volcado sobre el la mitad del terreno de juego hispalense, encerrando a los andaluces desde primera hora.
La superioridad de los colchoneros era evidente pero el Sevilla estaba solo esperando su momento. Habría que esperar para ver la primera ocasión sevillista, pero pudo ser la que marcaría la dinámica del partido. Un gran jugada colectiva terminaría con un tiro defectuoso de Ocampos, quien tuvo el primero en sus botas. La estrategia de Lopetegui se hacía cada vez más visible, esperando a su rival atrás y construyendo con cabeza sus jugadas, algo que podía recordar a lo vivido en el Coliseum Alfonso Pérez.
Ya lo estaban avisando desde la primera ocasión de Ocampos y De Jong terminaría confirmándolo. Con otra gran jugada combinativa, Joan Jordán encontraría al delantero holandés solo entre los centrales. Tras un gran control, Luuk encararía la portería de Oblak para batir al guardameta con un disparo fuerte a su izquierda, callando al Wanda por completo.
El VAR revoluciona el encuentro
La polémica llegaría en una jugada donde se exigía penalti sobre Joao Félix dentro del área. La revisión del VAR daría la pena máxima pero no sería por lo que esperaba la grada, sino por una mano de Diego Carlos dentro del área. Tras los minutos de espera, Morata sería quien tomaría la responsabilidad y no fallaría, a pesar de que Vaclik adivinaría el lado al que tirarse.
La locura había llegado al terreno de juego y el Atlético de Madrid estaba preparado para aprovechar esta situación. El conjunto de Lopetegui ya había destacado en ocasiones anteriores por venirse abajo tras un fallo defensivo y así sería una vez más. En un nuevo ataque colchonero, el cual era constante y estaba volcado sobre el área del Sevilla, llegaría el segundo tanto de los pies de Joao Félix, quien aniquilaría al guardameta checo con un gran zurdazo, dándole la vuelta por completo al marcador.
El Sevilla no tardaría mucho en reaccionar por fin y saldría de su área para meter presión al equipo de Simeone. El VAR tendría que entrar de nuevo en acción y sería esta vez en el área colchonera. Una patada por detrás de Trippier a Ocampos, llevaría al colegiado a revisar la acción y marcar el punto de penalti. Sería el argentino quien ejecutaría la pena máxima, engañando a Oblak, y poniendo el empate en el marcador con el que ambas plantillas se marcharían al túnel de vestuarios.
Unos cambios en busca de la victoria
Los de Lopetegui saltarían al terreno de juego para los segundos minutos con la misma garra con la que habían terminado la primera mitad. Los sevillistas estaban imponiendo su ley y no estaban permitiendo que el Atlético tuviese mucho el balón, algo que debilita al equipo de Simeone. Sería ahí cuando llegaría el primer cambio del técnico argentino, introduciendo más madera para su ataque y pretendiendo estirar el campo lo máximo posible.
La entrada de Yannick Carrasco parecía que le iba a dar la vuelta al partido, con un Atlético mucho más activo. Sería esto lo que llevaría a Lopetegui a poner más eso en el área rojiblanca, con la entrada de En-Nesyri, realizando así un movimiento parecido al de su homólogo, con la intención de estirar a su equipo y no permitir a su rival sumar tantos hombres en el ataque. Pero sería justo ahí cuando Carrasco podría haber puesto el 3-2 en el marcador, pero Vaclik sacaría una gran mano, tras ver cómo Gudelj desviaba el esférico y le hacía sacar una mano prodigiosa ya vencido en el suelo.
No tardaría mucho Simeone en introducir su segundo cambio, uno que muchos llevaban esperando con ansia en el Wanda. La entrada de Diego Costa abriría aún más la defensa sevillista, la cual empezaba a sufrir cada vez más y llevaba al Sevilla a reforzarla con Sergi Gómez. La estrategia desde la banda era más que clara desde ambos banquillos y todo hacía ver que hasta el final iba a ser una batalla campal el encuentro entre el colchoneros y sevillistas.
Un quiero y no puedo
Los minutos finales se antojaban sobre todo de cara para los jugadores del Cholo Simeone, pero el Sevilla parecía estar consiguiendo estirarse lo suficiente. De no ser por Felipe, incluso podrían haberse adelantado los andaluces, quienes estaban sabiendo sacarle provecho a las jugadas a balón parado. Pero el protagonismo parecía estar destinado para el Atlético, quien iba a reclamar en los minutos finales un penalti sobre Diego Costa, sin tener resultado alguno.
La tensión sobre el césped era máximo y ambos conjuntos estaban dándolo todo. El Sevilla no quería perder al menos este punto, el cual podía ser un gran resultado en el Wanda, mientras que el Atlético veía imprescindible sumar los tres puntos para arrebatarle un puesto de Champions a su rival directo. El problema era que los jugadores estaban en mínimos y se veía en claros ejemplos como los de Diego Carlos o Trippier. Esto, junto al gran hacer de las defensas, haría que el encuentro finalizara con el empate a dos goles y un reparto de un punto para ambos conjuntos.
