La Copa no pasa factura en ‘los leones’

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Real Valladolid
1 4 Athletic

En un domingo atípico, por la trascendencia que este 8 de marzo encuadra (Día de la mujer) donde tantísimas y tantísimos salen a reivindicar lo que todas merecen, la igualdad. Sin embargo, bajo un agradable sol, más propio de primavera, a unos 11ºC de temperatura, en Valladolid se disputaba la jornada número 27 de LaLiga Santander. Munuera Montero determinaría que, a las 14:00, el juego debía ponerse en marcha.

Sin que el minutero marcase dos dígitos, sin que el aficionado pudiera acomodarse en su sitio para disfrutar de un domingo de fútbol, un silencio sepulcral inundo el José Zorrilla. Las 14:05 y los jugadores de Garitano hacían piña en una de las esquinas del campo del Valladolid con el éxtasis en sus rostros. Solo unos minutos antes, Unai López clavaría su mirada en el flanco diestro de la portería de Masip.

El centrocampista del Athletic, acompañado de Yuri Berchiche en la falta, mantenía un rostro serio y parecía calcular el modo de ejecutar un golpeo que entremezclase precisión y potencia para poder superar la barrera y al portero. Munuera Montero sonó su silbato. Unai cogía carrera directa a golpear la pelota y, mientras el tiempo se congelaba, este cambiaba su pierna derecha por un ‘putter’ y realizar un ‘swing’ perfecto. Primer tanto del partido y corría -vagamente- el minuto cinco cuando los visitantes volvía a un trote ligero, felices, a su campo.

El gol de tiro directo supuso un golpe que no entraba en ninguno de las planificaciones de este partido de Sergio González. Aunque, uno de los planos de GolTv mostraba a Ünal agitando sus brazos -al unísono- hacia arriba de forma deliberada, dejando un claro mensaje de ánimo a sus compañeros. Una de las ventajas de recibir un gol tempranero es el amplio margen de maniobra que te permite, aunque se tenga que jugar condicionado. Y así fue, el Valladolid fue a más, principalmente con pases profundos al servicio de sus centrales, debido al espacio que cedieron los visitantes. El peligro pucelano aparecía por los costados, teniendo en cuenta la envergadura del delantero otomano, con centros de gran precisión.

Sandro tuvo el primer aviso de los locales, un golpeo bastante incómodo por la insistencia en la carrera de Yeray. Su disparo con pierna izquierda fue a morir directo al lateral de la red, sin incordiar en exceso a Unai Simón. El número ‘9’ de los locales sería uno de los principales protagonistas, en su mayoría, las jugadas que más hicieron levantarse a los espectadores de sus asientos al son del ¡uy!

Sin embargo y pareciendo que el empate estaba más cerca que el segundo gol de los leones, el caprichoso fútbol entró en escena. Las oportunidades se tiñeron de de morado, aunque los goles tomarían un color rojizo. Sin llegar a la primera media hora de partido, Raúl García se elevaría por encima de su marca para, con su testarazo, poner el segundo gol en el electrónico. El Athletic generó mucho menos que su rival, pero en el fútbol no se trata de generar sino de materializar y es esto lo que ha llevado a que los visitantes se fueran al descanso con una ventaja de dos goles.

El conjunto vallisoletano salió con la misma intensidad con la que acabó el primer tiempo, nada que ver con el inicio del partido. Insistente y siempre volcado en sus alas, el Athletic se mantenía agazapado, aguantando la tempestad local. Pero, los leones seguían atentos para salir rápidamente a por los ñus. Volcarse cada vez más, promovido por como avanza el tiempo y así disminuyendo las posibilidades de puntuar, los locales cedían ciertos espacios a sus espaldas. Así fue como Mikel Vesga estuvo apunto de sentenciar el partido. Rápidos y verticales, directos a la portería de Masip, el recién incorporado llegó desde la segunda línea y su golpeo con pierna izquierda se escapó rozando el poste. El corazón se les encogía a los vallisoletanos.

Mientras más insistía con centros laterales, que no llegaban a encontrar un destinatario claro, centros huérfanos de rematadores por su ejecución o por la defensa de estos, el Athletic empezaba a jugar con el tiempo. Se inició el clásico protocolo de enfriamiento de partidos, Unai Simón tardaba más que en otras ocasiones sacar de puerta, los balones que se perdían pretendían que cayeran en el olvido. El avance implacable del tiempo estaba de parte de los de Garitano.

Pero el viento fresco que buscaban los vascos quedó contrastado con una fuerte calima canaria, Pucela se encendía y el puntuar no era una utopía. Nacho Martínez recortó con su pierna natural y con la diestra realizaba un desplazamiento largo buscando a Sandro Ramírez. El delantero vallisoletano acurrucó el balón con el exterior de la pierna derecha, dando pequeñas zancadas tuvo que hacer frente a la marca de dos jugadores del Athletic.

Sin embargo, con el mismo exterior que mecía la pelota, decidió sacarla a bailar, desplazó la pelota a más de un metro, una distancia que pilló totalmente petrificados a sus marcadores. Sandro explotó, pasó de cero a cien en milésimas de segundos, una aceleración que dejó plantados a sus defensores. Y cuando parecía que el balón se despedía de cualquier opción de encontrarse -por fin- con la red de la portería, Sandro, dándole la espalda a Unai Simón, sacó un latigazo, que botó justo delante del portero. Primer tanto del Valladolid y Pucela empezaba a creer en cosechar un punto de oro.

Pero, el sueño fue efímero. Un jarro de agua fría alejaba a los pucelanos de la posibilidad de empatar. Iñaki Williams aprovechó una serie de impreciones. Empezó Salisu cediendo de cabeza a su portero, Masip vio llegar al delantero vaco y parece que dudó y ante la duda, quien más seguridad tiene se la lleva. Efectivamente Williams no dudó y se llevó un regalo que ponía fin al partido. Aunque cuando uno no está acertado se nota. De este modo quedó tiempo, en el descuento, para un cuarto gol de los visitantes. Salisu -nuevamente como protagonista- no es capaz de despejar un centro lateral, dejando el balón muerto en el área para que Iñigo Córdoba castigue a los pucelanos.

Las imprecisiones tanto en ataque como en defensa sentenciaron duramente a los de Sergio González que fueron doblegados ante un cruel y eficaz equipo, el Athletic Club de Bilbao que no entiende de resacas de Copa.

Ficha técnica
Real Valladolid: Masip; Porro, Kiko Olivas, Salisu, Nacho; Rubén Alcaraz (Toni Villa 61), Joaquín, Michel (Hervías 46); Enes Ünal, Sandro, Óscar Plano (Ben Arfa 78). Entrenador: Sergio González.
Athletic: Unai Simón; Lekue, Yeray Álvarez, Iñigo Martínez, Yuri Berchiche; Dani García, Unai López (Vesga 53); Sancet (Muniain 76), Raúl García, Córdoba; Williams (Aduriz 89). Entrenador: Gaizka Garitano.
Goles: 0-1 4’Unai López, 0-2 24’Raúl García, 1-2 76’Sandro, 1-3 87’Williams, 1-4 93’Córdoba
Árbitro: Munuera Montero. Amonestados: Ben Arfa; Unai López, Raúl García
Incidencias: Partido correspondiente a la 27 jornada de LaLiga Santander disputado en el José Zorrilla, Valladolid

 

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