Es evidente que la crisis de la pandemia del coronavirus iba a afectar económicamente a todos los clubes. Las pérdidas, sobre todo si la competición no se reaunda, aunque parece que lo hará, serían, en algunos casos catastróficas. Pero aunque eso aún no puede medirse ni cuantificarse con exactitud, hay un equipo al que esta grave crisis sanitaria ya le ha supuesto un grave perjuicio; el Villarreal.
La razón no es otra que el ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) al que se ha acogido el Olympique de Lyon. Una medida que deja en el aire y en suspenso el traspaso de Karl Toko Ekambi, al igual que las demás operaciones financieras de la entidad gala. El club presidido por Jean Michel Aulas ha sido el primer equipo de la élite futbolística europea que se ha acogido a esta fórmula para intentar paliar el impacto en sus arcas.
Un hecho que complica al Villarreal por la fórmula pactada para la llegada de Ekambi a Lyon el pasado mercado invernal. De momento el histórico club galo pagó por el préstamo del futbolista cuatro millones de euros, si bien cuenta con una opción de compra cifrada en 11.5 millones más en caso de ejercerla esta verano. El rendimiento del franco-camerunés en Lyon era del agrado del club. Lleva disputados 803 minutos en 12 encuentros, en los que había logrado 3 goles. Algo que hacía que esa opción de compra tuviese muchos visos de ejecutarse, lo que supondría un buen ingreso para el club groguet.
Pero ahora todo que en el aire. No queda más que esperar a ver como evoluciona la crisis y la situación en el Olympique para ver si el Villarreal no pierde un ingreso que se daba casi por seguro.