Desde hace meses Andrea Berta ya se encuentra pensando al medio y al largo plazo. Al medio se trataba en reforzar la plantilla del próximo curso, ahí las necesidades son claras, están fijadas y la economía dirá que se puede y que no hacer. Mientras a largo plazo se trata de fichar jugadores jóvenes pensando en el futuro, bien para reforzar el equipo o sino siguen la evolución deseada buscar hacer caja.
Esta política es algo habitual en el Atlético y se demuestra sobre todo con casos como los de Caio Henrique o Nehuén Pérez. Incluso el de Salisu, que es otro de los pretendidos por el club. Pero si hay un nombre que entraría en la categoría de a medio plazo marcado en rojo en la agenda del ejecutivo italiano ya ha puesto el foco hace tiempo es el Thiago Almada (Buenos Aires, 26 de abril de 2001). El joven atacante, que se desenvuelve por las tres posiciones de ataque tras el punta, de Vélez Sarsfield estaba demostrando un crecimiento notable antes de la paralización de la competición. En 46 partidos a su corta edad ya había logrado 9 goles y dado 5 asistencias.
En Febrero Berta estuvo en Argentina ojeándole, lo que hacía presagiar que este verano podría darse su fichaje. Sin embargo la política de austeridad que obliga la crisis económica subyacente a la sanitaria hace que este tipo de fichajes pasen a un segundo plano en las prioridades. Algo que provocará, si sigue su progresión en Argentina al mismo nivel, su precio suba para próximas ventas ventajas de mercado.
Pero ese no será el único problema posible. Dado que el Atlético no está solo en su seguimiento (Manchester City, Manchester United y Juventus también le siguen) puede dar la traste con la posibilidad de incorporarle de forma definitiva y perder la posibilidad de incorporar un talento innato como el de Almada.