El Leverkusen sucumbe ante el Hertha y pierde la 4° plaza

Se complica en el final el Bayer Leverkusen. El equipo de Peter Bosz perdió la chance de certificar su pase a la Champions League luego de perder (2-0) contra el Hertha Berlín. Aunque fueron superiores en el inicio del partido, los capitalinos aprovecharon su primera ocasión para afianzarse en el partido. Comandados por un gran Boyata, los de Bruno Labbadia contuvieron los intentos de las “aspirinas”. El Bayer dependerá del mismo equipo berlinés, que visita al Borussia Mönchengladbach, y de si mismo, recibe al Mainz, en busca de soñar con disputar la máxima competición europea de clubes.

A dos jornadas del final del campeonato en Alemania,  el Leverkusen apuraba sus opciones de certificar su pase a la Copa de Europa en la capital alemana. Con apenas derrotas ante Wolfsburgo (1-4) y el Bayern Münich (2-4), el equipo de la farmacéutica visitaba a un Hertha sin opciones a nada. A pesar de la gran recuperación tras la llegada de Labbadia al banquillo, los berlineses llevaban tres derrotas consecutivas antes de este duelo. Los “leones”, con el Gladbach pisando sus talones, buscaban dominar desde el principio. Así lo hicieron.

El Hertha da el golpe

Los de Bosz metieron intensidad con la pelota, constantes movimientos y voraces en sus transiciones para someter a los locales, que apenas habían calentado. Nadie en el Hertha hubiera esperado un inicio tan avasallador, pero en toda ocasión de peligro estaba Boyata para auxiliar. El performance del central belga fue vital para desbaratar todo intento del Leverkusen por plasmar su superioridad. Volland fue el que más lo sufrió, puesto que el ex del Celtic le sacó dos remates claros a caras de portería. Tras no poder maniatar a su rival después de llegarle por todos lados, el Bayer se vio sorprendido en una acción a priori inofensiva.

Boyata mandó en largo hacia Pekarik, quien tras combinar con Piatek y Lukebakio, este cedió a Cunha para marcar el 1-0. Un jarrón de agua helada para los visitantes, que apunto estuvieron de encajar el segundo antes de tiempo, pero Hrdecky venció en el mano a mano ante Cunha, endiablado toda la tarde. Aunque a la media hora de juego el Leverkusen retomó la posesión, ya no tenían la profundidad ni verticalidad del comienzo. El Hertha corrigió el arreon cerrando bien pasillos interiores y plantando un bloque por delante de cada jugador rival.

Piatek desnuda al Leverkusen

Y si no podía penetrar la ferre defensa local, el Bayer tampoco mostraba seguridad atrás. Tah midió mal un pase hacia su portero, Piatek robo la cartera, pero Tapsoba llegó a tiempo para evitar complicaciones. Los pupilos de Bosz lograron inquietar nuevamente, pero todo intento fue bien resulto por la zaga y Jarstein. El descanso fue lo mejor que le pudo venir los visitantes, más desesperados al enterarse que el Gladbach ganaba al Paderborn y los superaba en la tabla. Con ello, el equipo “aspirinero” salió con Demirbay y Paulinho, en reemplazo de  Aránguiz ni Volland, respectivamente, sorprender de nuevo con un ritmo alto.

Una jugada por izquierda finalizó con un centro de Bailey hacia la llegada de Diaby, pero su disparo fue tapado por Plattenhardt, otro que brilló en el Hertha. El Leverkusen volvió a dar el papel secundario a los locales, circulando rápidamente y posicionando su defensa muy arriba para recuperar de inmediato. Pero, en otro descuido, las cosas se complicaron. Piatek habilitó a Cunha con un magnífico pase de espaldas, el ex Leipzig devolvió al polaco, que se sacó a toda la defensa y el arquero a base de potencia hasta que llegó a línea de gol, donde Lukebakio le quitó el gol.

Intentos banales

El golpe produjo una reacción en la visita. Alario ingresó para acompañar a un inoperante y neutralizado Havertz. El argentino estuvo a punto de dar esperanza su equipo con un esplendido cabezazo que superó a Jarstein, pero Torunarigha, jugándose el alma, se tiró al césped para desviar la pelota. La única clara del Bayer en todo el partido. El Hertha se acomodó nuevamente atrás en busca de la contra definitiva que cierre el choque. Casi lo cierra con un latigazo de Grugic que se fue lejos de la portería.

Ya a falta de diez minutos, el encuentro bajo en cuanto a ritmo y el Leverkusen empezó a centrar al área en busca de una gol que, por lo menos, le hubiera dado chances de igualar la contienda. Recién cuando ingresaron Amiri y el joven Wirtz, los de Bosz tomaron un segundo aire para atacar. Al mismo tiempo, y ya en el final, el equipo de Labbadia pudo volver a sentencia a su ya rendido rival. Ibisevic y de nuevo Grugic desperdiciaron las chances. Le bastó esperar y golpear al Hertha, conocedor de la endebilidad anímica de un Leverkusen que sucumbió en el momento menos indicado y que dependerá del equipo de la capital para poder escuchar el himno de la Champions en unos cuantos meses.