La Real hace sus deberes
Los txuri-urdin consiguieron sobreponerse a un tanto de David López gracias a una gran segunda mitad donde Willian José e Isak salvaron a los suyos.
Unos que han visto cómo les pasaban por la izquierda en la carrera por Europa y otros que ven la salvación cada vez más imposible. La Real recibía a un alicaído Espanyol que se está quedando sin balas. Un duelo de necesidades, pese a estar en situaciones muy distintas, y con dos equipos que han sufrido en esta vuelta a LaLiga tras el parón obligado.
Un inicio goleador
Desde un inicio los de Imanol Alguacil saldrían con todo en busca del encuentro. Algunos avisos, con un control absoluto del esférico, hacían anticipar que no iba a tardar mucho en llegar el primer tanto del encuentro. Iba a llegar el minuto cinco del encuentro, cuando una carrera de Monreal por la banda pondría un gran centro para Willian José, quien marcaría de cabeza a placer. Cuando ya todo el mundo daba por hecho este tanto, sería el VAR quien anularía el tanto por fuera de juego del ariete.
El tanto txury-urdin activó a los jugadores dirigidos por Rufete y eso haría que se adelantaran. Embarba pondría un gran centro, donde David López lucharía con su pareja de baile, Zubeldia, para meter un verdadero golazo de cabeza. El inicio del encuentro no podía ser más vistoso y dejaba ver que iban a tener una verdadera batalla campal sobre el césped los jugadores.
Con el paso de los minutos, la intensidad de los jugadores iría aumentando y algún que otro encontronazo se daría sobre el césped. A los vascos se le estaba haciendo cuesta arriba el partido, con pocos minutos desde el inicio, algo que Alguacil trataba de corregir desde la banda. Los suyos seguían subiendo sus líneas e intentando meter al Espanyol atrás, pero los de Rufete parecían estar más cómodos de lo normal.
Alguacil da con las teclas
Un nuevo mazazo llegaría al banquillo vasco con la lesión de Januzaj, quien estaba siendo el mejor de los suyos hasta ese momento. La entrada del tocado Odegaard sería con la que Alguacil intentaría darle una vuelta al ataque de los suyos, viéndose un cambio en los minutos finales de la primera mitad. Aunque el paso por vestuarios sería fundamental para intentar darle un vuelco al partido.
El descanso no traería ningún cambio de guión. El conjunto local seguía insistiendo con gran parte de su once dentro del campo rival, mientras que el Espanyol tenía claro que iba a ceder todo el protagonismo y buscar su segundo gol en cada uno de sus contraataques. El encuentro no variaba y la defensa perica seguía demostrando su fortaleza.
El fútbol es muy irónico a veces y el mismo estilo de juego que estaba ejecutando el Espanyol, sería el que usaría la Real para igualar el marcador. Un pase de Mikel Merino en profundidad a Oyarzabal, dejaría al extremo solo para poder poner un gran pase al segundo palo. Willian José, quien había visto su tanto anulado en la primera mitad, marcaría tirándose al suelo con todo y poniendo un balón muy difícil de detener dentro de la portería de Diego López.
Isak llega al rescate
Con el tanto del ariete brasileño comenzaría un nuevo partido que se abría mucho más y daba paso a unas idas y venidas no vistas hasta el momento. El partido se estaba volviendo algo loco, cosa que le estaba gustando más a Rufete que a su homólogo, y el Espanyol se volcaba en cada contraataque poniendo todo su peso ofensivo en cada jugada.
El último cuarto de hora de partido empezaba a virar más hacia el lado txuri-urdin. Los jugadores de Alguacil se estaban haciendo al nuevo partido y el Espanyol empezaba a tener cada vez menos relevancia cuando subía al ataque. La pausa de hidratación daría pie a los últimos ajustes de ambos técnicos, quienes sabían que era más que necesario ganar para no dejar pasar su objetivo. Los últimos cambios serían los que marcarían el encuentro y así se vería con la entrada de Isak.
El delantero necesitaría dos minutos para tener una primera ocasión clara, en la que avisaba a Diego López, y una segunda oportunidad para aprovechar un mal control de pecho de Oyarzabal y reventarla con todo. Su técnico había depositado en el noruego todas las esperanzas de seguir luchando por los puestos europeos y este no falló. Le daba la victoria a los suyos en los últimos minutos, tras ver cómo habían sufrido sus compañeros. Por su parte, el Espanyol terminaba claudicando y siguiendo con el pensamiento de disfrutar lo poco que queda de LaLiga.
