Un empate insuficiente

Europa de por medio. Los primeros luchando por terminar clasificándose para la Europa League y los andaluces intentando recuperar la tercera plaza en estas últimas jornadas. Un duelo en San Sebastián importante para ambos conjuntos, a un nivel con sabor a Europa, y con tres puntos que podrían suponer un gran impulso para cualquiera de los dos contrincantes.

45 minutos para medir fuerzas

El Sevilla trataría de arrinconar al conjunto vasco desde un primer momento. Los de Lopetegui salían con las líneas adelantadas, en busca de un gol tempranero, mientras que en frente tenían a una Real Sociedad que quería hacer las cosas con más paciencia, construyendo sus jugadas sin prisas. Ninguno de los dos equipos parecían saber concretar y necesitarían que pasaran los minutos para hacer efectivo su juego.

Los txuri-urdins empezarían a coger confianza y los pasos que avanzarían marcarían el ritmo del encuentro. Los sevillistas veían cómo su rival empezaba a estar más cómodo tanto con balón como sin él y necesitaba volver a tener la posesión para marcar su ritmo. La pausa de hidratación podía marcar la diferencia en la primera mitad y ambos técnicos lo sabían. La Real sabía que el Valencia estaba ganando y empezaba a tener prisas para no tener a otro rival más en la pugna.

Mikel Merino tuvo el gol que adelantase a los suyos al borde del descanso. Un potente tiro sorprendía a la defensa hispalense pero Bono, quien sigue sustituyendo al lesionado Vaclik, sacaría una gran mano para despejar el esférico. Alguacil quería dar la sorpresa pero también estaría a punto de llevársela al descanso, ya que En-Nesyri podría haber adelantado a los suyos. Sin lugar a dudas, la primera mitad había tenido momentos para ambos equipos pero ocasiones claras muy pocas, algo que se esperaba que cambiara de cara a la segunda mitad.

Los vascos y Bono salen más enchufados

Los sevillistas también empezaban a tener la presión de la clasificación. El Atlético de Madrid se había puesto por delante nada más comenzar la segunda mitad y dejaba a los andaluces a dos puntos de la tercera plaza. Durante el descanso, Lopetegui había decidido no meter ningún cambio, confiando en los suyos, mientras que Alguacil decidía meter más profundidad en su banda con Monreal. Los segundos 45 minutos dictarían sentencia.

Portu sería quien daría el primer toque de atención al Sevilla. Una contra típica de los txuri-urdins llevaría al extremo a tener todo el tiempo del mundo para romper el esférico. Esta vez la mala suerte llevaría el balón a estrellarse contra el larguero pero el aviso estaba dado a unos sevillistas que no estaban sabiendo reaccionar en la vuelta al juego.

Pese a esta oportunidad, el encuentro no estaba teniendo precisamente claras ocasiones. Los dos conjuntos se estaban tratando con mucho respeto y las defensas se sentían muy cómodas. El único guardameta que estaba teniendo problemas era Bono pero estaba demostrando aquel gran nivel que ya demostró temporadas pasadas en LaLiga. El portero marroquí salvaría de nuevo a los suyos minutos después frente a William José en dos ocasiones consecutivas.

El Sevilla intentaría darle la vuelta con sus cambios pero el dominio que tenía del juego el equipo de Alguacil lo estaba impidiendo. Los minutos finales llegarían con una gran parada de Moyá en el descuento, mandando el partido al empate final. Un reparto de puntos que dejaría definitivamente al Sevilla en la cuarta plaza, mientras que a la Real Sociedad en puestos de Europa League, aunque con el peligro de perderla en la última jornada por su visita al Wanda Metropolitano.