El Ibiza paga caro su mal inicio de encuentro frente al Cornellà

Si bien es difícil describirlo, un playoff se basa en un duelo encarnizado entre dos equipos que, con garra y pasión, dan todo lo que tienen para intentar ascender a la categoría de plata del fútbol español. Si en circunstancias normales (con un partido de ida y otro de vuelta), la tensión se palpa, con estos playoffs a partido único, la tensión es aún mayor. Tanto la UD Ibiza como la UE Cornellá querían entrar entre los elegidos para jugar en el fútbol profesional. Pero solo uno se llevó el ticket para la siguiente ronda depde  y ese sería el Cornellá, que con todos los méritos se lo ha ganado.

El partido comenzó algo loco, como acostumbra en los playoff. Los balones divididos inundaron las primeras ocasiones, pero las primeras ocasiones de ambos equipos llegaron principalmente a través del balón parado, pero ninguno delos dos equipos lograron asustar a los respectivos porteros. Pero poco duró la tranquilidad en el campo. En precisamente uno de esos balones parados, Becerra recibiría un balón alto y supo cabecear perfectamente para poner por delante a los cornellanenses. Nada pudo hacer Germán para detener el testarazo y el Ibiza recibía un duro golpe apenas empezado el partido.

El gol tocó anímicamente a los ibicencos y rápidamente recibieron un segundo zarpazo (este ya prácticamente mortal) por parte de Pablo para los verdes. Un gran gol que ponía a los de Guillermo Fernández con un resultado muy favorable que hacía las cosas parecer muy fácil para los del Grupo 3. El trabajo de varios meses de los isleños se desmoronaba ante sus ojos. El Cornellá había salido muy motivado y el primer gol le dio aún más alas. Aun así, el Ibiza no había dicho su última palabra, de hecho, apenas llevaba el encuentro 20 minutos: el partido estaba muy lejos de acabar. Los ibicencos espabilaron y empezaron a jugar su fútbol: mucho toque y generar ocasiones. Pero perdieron a uno de los principales bloques de su equipo: Rai, que se lesionaba y tenía que ser sustituido por Cirio. Se le ponían aún más difíciles las cosas a los isleños, pero no se desesperaban y seguían luchando.

Los cornellanenses supieron aguantar y, si bien ya no les estaban dejando jugar, estaban siendo igualmente capaces de mantener el resultado con un buen juego defensivo. Conforme el partido se acercaba al final de la primera parte, el juego empezó a interrumpirse mucho más, con una falta tras otra. Ya en el descuento, ambos conjuntos se revelaron y volvieron a enseñar sus zarpas, con ocasiones de ataque sucediéndose en ambas áreas. La última ocasión la protagonizó Javi Pérez para el Ibiza, que remató de volea pero el balón se le fue lejos. Se acabó la primera parte con la sensación de que el Ibiza seguía luchando, pero con una esperanza casi inexistente, generando ocasiones de muy poco peligro. Por otro lado, el Cornellá prácticamente acariciaba la final del playoff, se mostraba seguro y muy sólido en defensa.

Comenzaba la segunda mitad y el Ibiza iba con todo. Los ibicencos no tenían nada que perder y Pablo Alfaro decidió hacer un doble cambio: sacando a Diego Mendoza por Javi Pérez y a Grima por Gonzalo. Estos cambios vinieron bien al equipo isleño y comenzaron a crear peligro de verdad en el área verde. Al Cornellá le duraba poco el balón, pero mantenía el resultado y eso era lo que contaba. El Ibiza seguía jugando mejor que el Cornellá y, aunque todos le daban por muerto, en uno de los tantos balones al área que llevaban toda la segunda parte, Rodado fue capaz de conectar el pase y marcó un gol que volvió a dar vida a toda la isla. Explotaba la locura en el banquillo del conjunto ibicenco, que contaba con apenas 30 minutos para remontar o empatar el encuentro.

El gol metió miedo en el cuerpo del Cornellá y recuperó al característico Ibiza de esta temporada que difícilmente dejaba algo por perdido. Se acercaban los últimos minutos y ahora tanto Ibiza como Cornellá estaban dando todo lo que tenían. El partido había llegado a su punto álgido y la tensión era máxima. El Cornellá buscaba ganar tiempo, y por cada acción que conseguían detener de los ibicencos, el banquillo estallaba en aplausos para los suyos. Se le agotaba el tiempo al Ibiza y se notaba que los de Pablo Alfaro estaban algo desquiciados y con las pilas casi agotadas. Estaba a punto de llegar el minuto 90 y el Cornellá seguía aguantando el resultado, por otro lado, el Ibiza estaba volcado en el área del Cornellá, buscando el gol «a la heroica».

El Ibiza agotaba sus ocasiones, pero estaba exhausto. Se acabó el partido y el Cornellá, con todos los méritos había aguantado el marcador y había vencido. Ahora estaba a dos partidos de jugar en la Segunda División del Fútbol Español. El Ibiza se vuelve a casa con las manos vacías, pero es necesario destacar el honor con el que ha jugado el conjunto isleño, sin rendirse en ningún momento y dando todo lo que tenía.