El pasado martes, Diario de León se hacía eco de un fuerte interés del Real Sporting de Gijón en el extremo zurdo de la Cultural y Deportiva Leonesa, Andy Kawaya (Bruselas, 23 de agosto de 1996). Un interés del director deportivo Javi Rico que ante el recorte presupuestario que sufrirán todos los equipos a causa de la pandemia de COVID-19, haría mirar más de lo habitual a los equipos de LaLiga SmartBank a Segunda ‘B’. El cuadro gijonés necesita fichar a uno, quizá dos, hombres para las bandas.
Quizá oferta gijonesa no haya sobre la mesa, pero sí ha podido haber algún contacto. Al menos eso se desprende de las palabras del jugador en un evento con compañeros de la . Algo que no es algo inédito en el club de Bruselas, pero que hicieron habiendo ganado todos los encuentros de la temporada. Un equipo en el que Andy Kawaya formaba parte.
Cuestionado por su futuro, el extremo respondió que espera «seguir en España donde me estoy encontrando muy bien». Kawaya tiene un año más de contrato, pero el jugador espera que si «llega una oferta que sea buena para ambos pueda hacerse». Lo cierto es que el belga tiene una cláusula de escape ante una oferta de superior categoría. No se iría libre ni gratis del Reino de León, pero su salida sería asumible para el club que quisiera llevárselo.
Lo cierto es que el jugador ha demostrado que la Segunda ‘B’ se le queda pequeña y puede probar en categoría superior. Tras superar un periodo de prueba en el mercado invernal de 2019, firmó por un año más dos opcionales con el cuadro leonés. Anteriormente, además de su etapa formativa en el Anderlecht, pasó por el Avellino (2017/2018) de la Serie C italiana; el RKV Malinas (2016/2017) en la segunda belga y en el Willem II de la Eredivisie, aunque éste con una participación escasa y no pudiendo evitar su descenso a la segunda categoría.
En año y medio en León ha jugado un total de 35 partidos disputados ha logrado 7 goles y dado un buen puñado de asistencias. Números, además de la condición ser extremo zurdo, vertical y rápido que puede abrirle muchas puertas. Quizá la de Mareo sea una.