Nada ha cambiado en el WiZink Center
El Real Madrid se ha impuesto al Casademont Zaragoza por 102-83 en un partido donde los blancos pasaron el rodillo en la segunda mitad. Fabien Causeur, MVP con 25 puntos, tres rebotes y cuatro asistencias.
La nueva normalidad en la Liga Endesa llegaba al WiZink Center. El Real Madrid, que llevaba más de medio año sin pisar su pabellón, afrontaba un partido en el que el rival, el Casademont Zaragoza, seguro iba a pelear el partido en su búsqueda de mantener el nivel competitivo de las últimas temporadas.
Rasheed Sulaimon evita el destrozo del Real Madrid
El partido comenzó con un ritmo altísimo. Las transiciones ofensivas rápidas marcaban los primeros compases de encuentro, con un ataque posicional en el que sólo conseguía hacer daño Fabien Causeur rompiendo a su par. El francés, con ocho puntos en cuatro minutos, dilapidaba a Casademont Zaragoza hasta el 15-6.
El Real Madrid se encontró el aro muy abierto desde el triple. Casademont Zaragoza, si no era en transiciones ofensivas, apenas conseguía romper la agresiva defensa de los blancos. La intimidación de Walter Tavares dentro y la habilidad de Alberti Abalde para secar a Nicolás Brussino amargaba la noche del equipo de Diego Ocampo. Las noticias tampoco mejoraban con la salida de Vit Krejci del parqué con una posible lesión de rodilla. Mucha tensión en los rojillos, que veían que, al final de los diez primeros minutos, se marchaban 13 abajo con el 26-13.
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El nivel defensivo del Real Madrid estaba siendo ejemplar. Casademont Zaragoza no conseguía pisar la pintura con facilidad, ni siquiera con Walter Tavares en el banquillo. Eso, unido al poco acierto de fuera, hacía que los ataques posicionales fuesen un suplicio. Con las rotaciones, la dinámica del partido no cambió. Si que mejoró un poco el percal para los pupilos de Diego Ocampo, con Rasheed Sulaimon como faro anotador. 31-24 a cinco minutos del descanso.
El Real Madrid, no obstante, parecía estar jugando con la goma. Apenas 30 segundos tardó en poner la diferencia de +4 a +10. La magia blanca. Rudy Fernández se encargó de romper los malos minutos que estaban cuajando los madridistas. Casademont Zaragoza no dejó de creer, subió el listón defensivo, fue más agresivo al aro y castigó cada pérdida, de muchas, que tuvieron los blancos. El descanso se plantó en el WiZink Center con el 47-41.
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El Real Madrid pasa el rodillo
El Real Madrid necesitaba cambiar cosas del segundo cuarto. Sobre todo, reducir las pérdidas, las cuáles supo castigar muy bien Casademont Zaragoza. Pablo Laso, con su charla en el vestuario, consiguió devolver la mejor versión defensiva de los blancos. Lógica pura: si cierras la sangría de atrás, adelante ya entrarán. Este empujón, sumado a un Fabien Causeur de nuevo muy acertado, devolvió la renta por encima de los diez puntos a los madridistas con el 56-43 tras tres minutos de juego. 63-44 tras cinco minutos después de reanudarse.
Casademont Zaragoza tenía claro que iba a ganar o morir con su estilo, castigando las pérdidas del Real Madrid con transiciones ofensivas velocísimas y atacando con dureza el aro. La realidad, no obstante, es que eso no bastaba. Tryggvi Hlinason apareció haciendo mucho daño a Usman Garuba al poste, pero los blancos siempre tenían solución. El último cuarto se plantaba con el 75-58 en el marcador.
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Diez minutos le quedaban a Casademont Zaragoza para buscar remontar casi 20 puntos. En un partido en el que la tensión crecía por minutos, con roces como el de Facundo Campazzo y Rodrigo San Miguel, normalmente es el Real Madrid el que consigue llevarse el gato al agua. No dejó de creer, en ningún momento, el equipo rojillo. Gran trabajo el de Diego Ocampo con un equipo que promete esta temporada. No obstante, a cinco minutos del final, el pescado estaba vendido con el 84-67.
El Real Madrid ató la segunda victoria de la temporada ante un Casademont Zaragoza que peleó en todo momento y que dejó muchos detalles de un equipo que puede estar en la pelea por las posiciones de Copa del Rey.
