La Unión Deportiva Logroñés afronta su primer partido en Las Gaunas obligado a ser ambicioso para sumar sus primeros puntos en Segunda División, en un choque que tiene el morbo de ser la reedición de la final por el ascenso, en la que los riojanos superaron al Castellón en la tanda de penaltis.
Hace dos meses Castellón y Logroñés jugaron en Málaga uno de los encuentros más importantes de su historia, en el que estaba en juego ascender directamente al fútbol profesional.
Aunque el Castellón mandó en el marcador casi todo el partido, un empate al final y los penaltis dieron el ascenso a los riojanos, mientras que su rival tuvo que esperar unos días, a su siguiente partido.
Tras ese tiempo, la Unión Deportiva Logroñés se presenta ante el Castellón como un equipo todavía en construcción pero ya con necesidad de puntos, dado que el aplazamiento de su segundo partido, unido a la derrota en el primero, le ha situado en la cola de tabla.
Pero lo que no ha cambiado nada en este tiempo es el mensaje de serenidad que transmitían entonces el club y su entrenador, Sergio Rodríguez, que mantiene la misma idea: confiar en el sistema hecho tiempo atrás, en los jugadores que lograron el ascenso y esperar a que poco a poco los nuevos se acoplen.
Además, dado que los fichajes llegan a Logroño con cuentagotas -a la espera de la última semana del mercado- el equipo que jugará mañana se parecerá mucho al que se midió hace dos meses al Castellón, aunque probablemente el delantero colombiano Leonardo Ruiz tenga una oportunidad para tratar de aportar lo que más le falta, profundidad y remate.
El Castellón viajará a Logroño con el recuerdo muy presente de lo ocurrido en la fase de ascenso para afrontar un encuentro diferente en el que su entrenador, Óscar Cano, mantendrá su apuesta por el bloque de la pasada temporada, que ha disputado las dos primeras jornadas, aunque podría haber alguna novedad en el centro del campo.
El equipo mantendrá su filosofía de juego en busca de hacerse con el control del balón. Se postula Gus Ledes como titular con tal de ganar en profundidad y velocidad en el juego, para dar mayor capacidad ofensiva al equipo que ve cómo su fútbol recae en Marc Mateu y Jorge Fernández.
Con ello, el técnico mantendrá su 1-4-1-4-1 con la duda de Álvaro Campos, aunque los problemas musculares que hicieron que el guardameta fuera sustituido en la jornada inaugural ante la Ponferradina facilitarán que Óscar Whalley vuelva a defender la portería.
Carles Salvador regresa a Las Gaunas y llevará el peso de un once que apuesta por su segunda victoria de la temporada tras ganar a la Ponferradina y caer frente al Málaga.