Tras la nueva derrota de este miércoles, la UD Las Palmas suma ya dos seguidas. Dos derrotas marcadas por un patrón similar, el que tener muy poca eficacia en las áreas. Especialmente sangrante es el problema defensiva, que ahora se venía mitigando con la capacidad goleadora del equipo. Pero ahora esa parcela ha pasado de una época de lluvias abundantes a una de sequía; lo que provoca que el equipo de Pepe Mel esté atravesando graves problemas.
De los últimos cinco partidos, solo ha logrado ganar en uno y empatar en otro, cosechando tres derrotas. Dos en esta semana de pesadilla que se termina con el colofón de recibir a un Sporting de Gijón que con un proyecto continuista con el año anterior y varios refuerzos quirúrgicos de mercado y el filial ha pasado de pelear en la zona media como el cuadro grancanario el pasado curso a estar disputándole a los tres recién descendidos plaza de ascenso directo. Un rival que puede servir para agravar más el problema y minar el crédito de Pepe Mel o dar un golpe encima de la mesa.
Pero para lograrlo, ante un equipo que te exige mucho por imponerle un ritmo altísimo al partido, deberá recuperar esa chispa en ataque para menguar esa sequía de goles. Esto es algo que se ha notado especialmente en la ausencia de Sergio Araújo. El argentino no termina de recuperarse tras recaer en Sabadell y a día de hoy no se sabe si jugará el domingo.
La buena noticia para Pepe Mel es que si estará Pejiño. El extremo de Barbate es muy importante para lograr dotar al ataque de verticalidad. Su concurso ante el Sporting debe revitalizar un ataque famélico de capacidad goleadora. En caso contrario, la empresa para ganar al cuadro asturiano, se tornará en harto complicada.