Aunque los focos de lo que sucede en el Real Sporting de Gijón está puesto en el césped, con sir ir más lejos este jueves un partido muy importante frente al Albacete. Pero en los despachos también hay trabajo. Concretamente en el de Javi Rico los deberes son los de afianzar las bases de este proyecto actual que tanta ilusión ha despertado encabezado por David Gallego. Para ello, tras las renovación en verano de Pelayo Morilla, José Gragera y algo más tardía, de Nacho Méndez, tocan dos pilares más. Esos son Gaspar Campos y Pedro Díaz.
El joven extremo o mediapunta gijonés acaba contrato en junio. Cierto es que su situación no le permite quedar libre «al uso», sino que el propio Sporting tiene aún ciertos privilegios sobre él. De aquí al 30 de junio, el club rojiblanco puede prolongar su vinculación por tres años más solo con hacerle ficha profesional. Pero la intención del club pasa por negociar un nuevo contrato. Uno de más duración, que sería como mínimo hasta 2025, y que fuese de pleno consenso entre partes. La sintonía es excelente y el acuerdo oficial parece solo cuestión de que todas las partes decidan comunicarlo.
Pedro Díaz, el gran reto de Javi Rico
Otro de los grandes retos inmediatos a lograr por el director deportivo rojiblanco es el futuro de Pedro Díaz. El centrocampista sierense es ahora mismo un fijo en el once y prácticamente insustituible. Tiene contrato hasta 2022, pero en el club quieren evitar a toda costa de que el jugador entre, tras el verano de 2021 entre en esa tesitura tan peligrosa para el club de estar en último año de contrato.
Por eso el director deportivo gijonés tendrá en los primeros meses del próximo año, lograr avanzar en su continuidad. Algo que se antoja una misión compleja, dado que es innegable que el buen hacer de Pedro Díaz le ha colocado en el mercado, siendo seguido por muchos equipos. Si la humanidad debe intentar mitigar el efecto de la terrible pandemia de COVID-19 en el primer semestre de 2021, Javi Rico tendrá lograr conseguir la continuidad del centrocampista sierense.