El gol vuelve a Albacete por Navidad

El choque comenzó con un Mirandés cuidadoso con la posesión, mimando el balón y buscando el hueco en la zaga albaceteña. La primera tentativa sería de los jabatos, aunque sin inquietar a Tomeu Nadal. El Albacete, temeroso, arriesgaba poco a sabiendas de lo que se jugaban. Sin generar nada en ataque, los de Menéndez se limitaron a neutralizar las ofensivas rojillas en este primer tramo del partido. Llegado casi el cuarto de hora, el Mirandés desaprovechó una manifiesta ocasión: Tras un lejano centro desde la banda, Arroyo falló en el despeje y el balón quedó en posesión de Meseguer, que no esperaba el fallo del central y que por tanto no remató en solitario a escasos metros de la portería.

Conforme pasaban los minutos se confirmaba el dominio de los locales, que si bien no conseguían poner en apuros al meta balear, eran los que llevaban la batuta. Las imprecisiones en tres cuartos de cancha, sin embargo, impedían que los de José Alberto López finalizasen sus jugadas, que se apagaban sin brillo. El Albacete, por su parte, seguía mostrando esas carencias ofensivas que vienen arrastrando no solo desde esta temporada, sino desde la pasada también.

No obstante, el fútbol es caprichoso y cambiante, y cuando más dominaba el Mirandés, serían sus rivales quienes abriesen la lata. En la ya clásica jugada del cuadro manchego, un fantástico centro de Álvaro Arroyo desde la banda encontró la cabeza de Diamanka, quien se lanzaba en plancha en el corazón del área para batir a Lizoain. Una acción que valía más que un simple gol, y es que este era un chute de confianza para el Queso Mecánico, que se adelantaba en el partido tras no celebrar un gol desde el 23 de noviembre -derrota por 1 a 2 ante el Almería-. Marcaban así los de Menéndez su segundo gol fuera de casa en esta temporada tras el anotado en Cartagena.

Ganaba galones en el choque el Albacete Balompié, que se dejaba ver más en campo contrario sacando córners. No se iban a conformar con el primero, y es que el segundo tanto de la tarde no tardaría en caer: Con un Mirandés volcado arriba -decidido a empatar antes de irse a vestuarios- el Albacete dibujó una magnífica contra que acabó con un pase filtrado de Ortuño para habilitar en solitario a Álvaro Peña, que definía perfectamente ante el meta local. 0-2 y casi se desataba la locura en el equipo visitante, y es que las frustraciones sufridas en los últimos partidos de cara al gol -sumadas a los resultados- esta primera parte era un desahogo en toda regla para el Albacete.

Minutos después del gol, llegaba el final de la primera mitad. Un Mirandés de más a menos había pasado de dominar el partido a verse dos goles por detrás en el marcador tras ser incapaces de generar peligro en área rival durante gran tramo del choque. El Albacete, sin hacer una primera parte brillante en términos de juego, se iba con un resultado perfecto. Efectividad del 100% en sus remates, y es que las dos ocasiones de las que dispusieron acabaron en sendos tantos.

Los locales salieron enchufados al segundo ecuador del partido, intentándolo en los minutos iniciales con un testarazo de Víctor Gómez que despejaba Gorosito. Minutos después, era Javi Muñoz quien se recreaba en el área con dos sombreritos para habilitar un tiro que no encontró meta. Letic se cobraba una falta que tampoco cogía rumbo de gol para después ponerle un centro a Schutte, que también enviaba el cuero desviado. Jackson, tras recibir un centro de Gómez, controlaba mal el balón dentro del área cuando se encontraba solo ante Tomeu. Tenían la mira rota los hombres de López, y es que la segunda parte era un auténtico monólogo jabato que no concretaba ningún tiro entre los tres palos.

Las acometidas del mirandés no encontraban recompensa alguna, mientras que el Albacete se defendía estoicamente de las mismas. Sin generar prácticamente en ataque, los de Menéndez dejaban correr el tiempo sabiendo que su ventaja valía oro y que debían mantenerla a toda costa. Los bailes en los banquillos no cambiaron la tónica del partido, que seguía siendo la de un Albacete centrado en ser una muralla. Pudo sentenciar el combinado manchego en una de las últimas tentativas, cuando Fran García penetró por el pico del área pero pecó un poco de individualismo al no ceder el balón a un compañero en mejor posición.

Con el mismo resultado que en la primera parte, el colegiado pitó el final. El Albacete vuelve a ganar un partido tras 11 jornadas sin llevarse los 3 puntos y 5 partidos sin marcar. Tras una racha nefasta, estos 3 puntos dejan con un muy buen sabor de boca a los albaceteños, que siguen encontrándose en una delicadísima posición tras un primer tramo de temporada muy pobre. Sin cuajar un partido brillante, consiguieron una victoria de oficio ante un Mirandés que acusó demasiado la falta de efectividad arriba.

Escrito por @ADelValle98