Stuani abrió la lata
El partido comenzó totalmente de cara para el conjunto dirigido por Francisco gracias a un penalti cometido sobre Sylla. Stuani no falló desde los 11 metros y engañó a Belman para poner por delante a los suyos.
Las amonestaciones se hicieron muy presentes durante todo el partido y la primera amarilla fue mostrada por López Toca en el minuto 12 para Gumbau y Nteka. Kanté la vio tres minutos más tarde por una dura entrada. Mikel Iribas lo probó desde el saque de esquina, aunque el meta visitante estuvo atento.
Además de los parones por las amonestaciones, las detenciones del juego por posibles lesiones también fueron protagonistas del partido. Juan Carlos fue atendido pero pudo continuar, volviendo Ortolá al banquillo tras haber salido para calentar por si tenía que ingresar al campo.
El Fuenla intentaba llegar a la meta de los Blanc-i-vermells, pero lo hacían sin claro peligro. El Girona, por su parte, con poco, podía mantener los empujes azulones. Sin embargo, en los últimos minutos de la primera mitad Juan Carlos se empleó a fondo para detener los remates claros de Nteka y Kanté salvando a los suyos de la igualada. Nteka la tuvo al borde del descanso y la respuesta catalana llegó en el descanso con una jugada que no llegó a culminar Sylla por poco.
Nteka igualó la contienda
Los de Oltra salieron con una marcha más al césped y se notaba en la presión que realizaban a su rival. Calavera tuvo que aparecer para cortar una jugada local que estuvo cerca de finalizar en gol. En pocas jugadas apareció el meta local, pero en el ’56 Belman repelió la ocasión de Franquesa en el área madrileña.
El Girona aprovechó el bajón local para animarse. Monchu probó suerte desde media distancia y su lanzamiento se marchó desviado. Cuando mejor estaban los visitantes llegaría el gol de la igualada. Asociación Kanté-Nteka para que el segundo pusiera el balón en las redes rojiblancas. Empate en el electrónico y veinte minutos aún por delante.
Los de Oltra se volcaron el ataque y el Girona comenzaba a cometer imprecisiones propias del nerviosismo del empate. Aunque la efervescencia propia del gol iba disminuyendo, el Fuenla no torcía su brazo y el Girona no se arrugaba. Samu Sáiz lo intentó desde fuera del área azulona y Cristóbal hizo lo propio aunque su pelota tocó en un zaguero del conjunto catalán. Otro empate más para el Fuenlabrada que se encuentra ahora mismo en tierra de nadie mientras que el Girona pierde la oportunidad de seguir al acecho de las posiciones de play off.