El Sevilla domina la capital andaluza
En-Nesyri consiguió sacar un gran gol frente a un Betis que luchó hasta el final por intentar empatar al menos.
Un derbi de la capital de Andalucía, uno de esos partidos que todo aficionado al fútbol quiere ver, se daría en la noche del domingo para cerrar la vigésimo séptima jornada de LaLiga Santander. Daba igual la posición, daba igual cuáles eran la metas ligueras, solo había una cosa en mente: ganar al eterno rival.
En-Nesyri impone su ritmo
Los sevillistas saltaban al terreno de juego con ganas de imponer su ley y el Betis, pese a tener su estilo definido, cedería algo de territorio para pasar a presionar bastante arriba a su rival. Los de Lopetegui se veían asfixiados en algunos momentos y en una de esas se librarían de un posible penalti, el cual negaba con el brazo en alto Mateu Lahoz y que sería confirmado por parte de la sala VAR pese a las protestas de Canales.
La intensidad sobre el césped era alta, como era de esperar ante un derbi sevillano. Los choques entre jugadores eran constantes pero el colegiado estaba dejando jugar sin llegar a usar las amonestaciones desde muy temprano. Los sevillistas estaban empezando a empujar y terminarían teniendo su recompensa. Un gran pase en profundidad de Jesús Navas permitiría al ariete marroquí superar a Joel Robles y, sin apenas ángulo, meter el esférico en la portería.
El tanto de En-Nesyri daría en todo el orgullo de los verdiblancos, quienes darían un paso al frente en busca de su gol. Ya no solo querían presionar arriba sino que querían tener un mayor control del esférico. Esto les haría empezar a mirar más hacia portería, algo que ya habían hecho como en la jugada polémica del posible penalti, pero sobre todo estaban poniendo el listón alto junto al gran juego de los sevillistas.
Los béticos salen a por el empate
El paso por vestuarios podía haber enfriado el encuentro pero la reanudación dejaría ver que ambos conjuntos tenían ganas de más. Cada metro por ganar era una batalla entre un sevillista y un bético, y los choques entre futbolistas a veces traían más que una entrada. Borja Iglesias podía haber conseguido el empate unos minutos después de la reanudación pero no sabría aprovechar bien el centro de Miranda, quien lo dejaba solo ante Bono.
Miranda estaba siendo la solución para Pellegrini, quien veía como el lateral era quien estaba sacando mayor rendimiento por su banda frente a Jesús Navas. Sin embargo, estaba costándole encontrar quien rematara sus centros y el Betis seguía sufriendo para romper una defensa muy segura. Pero los verdiblancos estaban rondando la portería de Bono y el tanto del empate parecía estar más cerca que el de la sentencia.
Tanto Pellegrini como Lopetegui irían metiendo sus cambios. El chileno lo hacía mirando su ataque, poniendo más potencial de cara al gol, mientras que el vasco miraba más al plano del control del partido. Los cambios sevillistas podrían haber sido los más efectivos, ya que Rakitic en su primer balón podría haber conseguido el tanto que terminara sentenciando a su eterno rival.
Titulo
El linier sería quien arruinara los intentos de remontada del Betis anulando un tanto del recién ingresado Juanmi. Un remate de Joaquín dentro del área, quien también había entrado minutos antes, sería rematado por un solitario Juanmi, pero se encontraba muchos metros más adelantado que el último defensa. Pero esta jugada demostraba que los verdiblancos no se estaban dando por vencidos y podía llegar un segundo tanto al encuentro cuando menos lo esperara nadie.
El partido entraría en una locura de faltas y correcalles durante los últimos minutos. Mateu parecía estar perdiendo el gran control que había tenido hasta el momento y los jugadores empezaban a mostrarse cada vez más agresivos sobre el césped. Ante esto, Lopetegui metería todo lo defensivo que tenía en su banquillo, y es que no quería ver cómo llegaba un tanto de los verdiblancos en los últimos minutos.
La locura se había apoderado del encuentro y tanto un posible gol de absurdo de Borja Iglesias, despejado en línea de gol por Diego Carlos, como las duras entradas por ambas escuadras, estaba poniendo un final de encuentro más que esperable entre estos dos equipos. Sin embargo, los sevillistas se defenderían con uñas y dientes en su área y no permitirían que el derbi sevillano se les escapara de las manos, dándole además tres puntos muy importantes para la clasificación.
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