Plan de fuga del descenso y mirada de reojo al playoff

El Málaga viajaba a Las Gaunas a terminar de asegurar su permanencia frente a un Logroñés con el mismo objetivo en mente. Además, los 37 puntos de los hombres de Pellicer les permitían, en caso de lograr la victoria, poder mirar de reojo al playoff de ascenso, que se quedaría a tan solo 6 puntos.

El primer aviso lo darían los locales. Centro desde banda izquierda, Olaetxea la deja pasar y Paulino remata con dureza a portería, forzando a Juan Soriano a sacar un pie magistral tras haberse vencido hacia el lado contrario.

El portero malaguista pudo aguantar sobre el terreno de juego, pese a quedarse renqueante tras el balonazo. Apenas 4 minutos después trataba de responder el Malaga con un buen centro raso de Yanis que cortaría Clemente.

El paso de los minutos les sentó bien a los visitantes, que fueron equilibrando la balanza frente a un Logroñés que había empezado mejor el partido.

La posesión del esférico se fue repartiendo, aunque los ataques de ambos conjuntos no terminaban de inquietar a los porteros. Además, en muchas ocasiones las jugadas de ataque se perdían por culpa de la precipitación.

El partido parecía abocado al descanso cuando el Logroñés les regaló a sus rivales un córner que terminarían pagando muy caro.

Lo serviría Jozabed, lo desviaría Caye, y lo metería al fondo de las redes Yanis con un cabezazo inalcanzable para Miño.

Ya en el segundo tiempo, lejos de llegar la reacción local, el Málaga continuó imponiendo su ley en el partido. Entre la falta de ideas de unos y el creciente dominio de los otros, el 0-2 parecía mucho más cercano al 1-1.

Apenas tuvo ocasiones reseñables el Logroñés, más allá de un remate centrado de Leo Ruiz que blocó Soriano, y al que al rato respondió el Málaga con una letal contra que solo el larguero pudo parar. Tras el tiro de Luis Muñoz, el balón boto sobre la línea y el gol no fue concedido por muy poco.

El “8” llegó incluso a celebrar el 0-2 por un instante, el mínimo hasta que el linier levantó su bandera para anular su cabezazo.

El partido murió con el Logroñés buscando el empate a la desesperada, frente a un Málaga que supo cerrar líneas para conseguir su séptima victoria lejos de La Rosaleda.