Clara victoria del Girona que mereció el triunfo, pero ante una Deportiva que hizo cosas bien para poder haber puntuado. Le faltó ser más estable en las áreas al cuadro berciano en momentos puntuales del partido y lo pagaron ante el acierto ofensivo del Girona que, bien es cierto, pudo haber goleado también ya que los espacios que los de Bolo dejaron en la segunda parte cuando se volcaron en busca de poder ‘rascar’ algo ya perdido, no los supo aprovechar.
Un triunfo que permite a los blanc-i-vermell adelantar a los bercianos en la tabla y situarse a tres puntos ya del play-off, teniendo que visitar aún al inquilino de esa plaza, el Rayo Vallecano, en las jornadas que restan, aunque, eso sí, los franjirrojos tienen un partido menos que puede hacer aumentar esa renta hasta los seis puntos.
El partido comenzó con el Girona mucho más metido. Francisco aportó por la pareja de delanteros que tanto se reclamaba y ambos fueron durante la primera hora, junto a las subidas de Franquesa, una pesadilla para la zaga berciana. Solo Caro con dos paradas notables a Sylla, además de otro par de intervenciones muy acertadas de Erik Moran y José Amo hicieron que los bercianos encajasen gol en ese tramo donde los de Bolo supieron sufrir.
Pasado ese tramo la Deportiva se estiró. Encontró su sitio en el partido y estaba acabando mejor la primera parte que su rival. Valcarce se encontró con Juan Carlos en su primera y meritoria parada del encuentro. La más clara la tuvo Juergen que no encontró portería. El jovencísimo Arnau Martínez, que seguía siendo titular, volvió a dejar muestras de su nivel al impedir que Kaxe pudiera quedarse solo ante Juan Carlos tras paso de Juergen.
Todo apuntaba entonces al empate a cero en el descuento. Pero en el añadido el Girona encontró los espacios. Los tres de arriba supieron asociarse para Sylla recuperando un balón casi perdido, dejar atrás a Samu Sáiz que vio a Stuani y se la puso precisa al máximo goleador del curso pasado para que no perdonase ante Caro. Un gol de los que se llaman psicológicos, ya que no hubo tiempo para más.
Pero el Girona doblaría su ventaja a los seis minutos de la reanudación. Un cañonazo desde fuera del área de Samu Saiz sorprendió a Caro para poner el 2-0. Una acción en la que el madrileño se lesionaría al disparar y no podría continuar. Bolo quemó las naves con un triple cambio y un pequeño retoque táctico y pasó a dominar, también con la colaboración de un Girona que buscó ya cerrar el encuentro y que apenas pasasen cosas sobre el verde de Montilivi.
La ‘Ponfe’ adelantó líneas, asumió riesgos y buscó el primero de los dos goles que necesitaba. Sylla y Stuani no pudieron finalizar dos buenas transiciones y llegaron las ocasiones de la Deportiva. Doncel primero tras acción individual que no encontró rematador y poco después un disparo de Yuri al poste. Pero debido a esos espacios y riesgos, Stuani tuvo dos. muy claras, pero el charrúa sigue algo peleado con el gol porque el larguero se lo impidió.
Un tercer gol que acabaría llegando por insistencia, obra de un Nahuel Bustos que hacía gol en su primera intervención en el partido. Gran jugada entre Nahuel Bustos y Bárcenas. El argentino arrancó, se la cedió al panameño que se la devuelve al espacio y Bustos, tras dejar ‘roto’ a Castellano supera a Caro a pesar de disparar mordido. El partido quedaba visto para sentencia, pero Yuri quiso llevarse una muesca en su revólver y cuando se cumplía el minuto noventa remató picado un envío de Curro para maquillar un poco el resultado final.