Victoria plácida del Celta en Mendizorroza

Comenzó el partido con intensidad y no tardaron en empezar a llegar los goles en Vitoria. El primero llegaría en el 7′. Error de Lejeune en la salida de balón. Presionó Denis Suárez para forzar la pérdida. El balón cayó en botas de Iago Aspas, que asistió desde la derecha. Dejó pasar Santi Mina, ejecutó Nolito. Los locales quedaron tocados y pronto recibirían otro duro golpe.

Qué desastre el Alavés, otra calamidad defensiva y otro gol. El Celta sabe a lo que juega: presión intensa y salida rápida tras robo. Y del hecho al trecho, a veces, hay poco. Recuperó Nolito en campo rival, envió un  balón alto por encima de la defensa para dejar solo a Aspas y el de Moaña, ante Pacheco, marcó con el interior al palo largo.

El Celta, que nunca en su historia había ganado en Mendizorroza en Primera, lo ponía de cara en apenas 15 minutos. Y la cosa no quedaría ahí. Tras un intento de los locales que se encontraron con un paradón de Villar, manopla derecha abajo para despejar un mano a mano ante Rioja, llegaría el tercero. Abelardo, literalmente, se sentó en el banquillo y se tapó la cara con las manos. Tercero del Celta, que volvió a aprovecharse de un roto defensivo rival. Galopada de Aspas en un 2 vs 1 para servir un centro raso a Santi Mina, que se tiró al suelo y solo tuvo que empujarla.

Poco después tuvo el cuarto Santi Mina. Mano a mano contra Pacheco, intentó regatear al portero, pero se le fue muy largo el control. Era un pozo sin fondo el Alavés. Un equipo devastado en lo anímico. En el 34′ no aguantó más Abelardo e hizo un doble cambio. Se retiraron Duarte y Rioja; entraron Javi López y Edgar Méndez.

Al filo del descanso a punto estuvo de llegar el cuarto que acabaría de matar al conjunto babazorro. Intentó hacer una ruleta Lejeune en la salida de balón, la perdió, se formó una acción embarullada en el área, remató Nolito y la mandó al palo. A punto estuvo de compilcarse aún más la vida el Alavés que se iba al descanso perdiendo 0-3 en casa.

La segunda parte, al contrario que la primera, comenzó con malas noticias para los celestes. Murillo vio la segunda amarilla. Imprudencia total del cafetero, que teniendo amarilla fue al suelo con una segada y se llevó por delante a Edgar Méndez. Se quedaba con diez el Celta. En el 60′, trallazo de Jota que se estrelló en un defensa. Lo intentaba el Alavés, que se sentía con fuerzas tras la expulsión de Murillo. Al menos  morir de pie.

El Celta, aún estando con diez, cada vez que armaba un contragolpe le generaba un rompecabezas al Alavés. La defensa babazorra era un flan. Reinaba la desesperación en un conjunto babazorro sin ideas y en el que parecía ir cada uno a lo suyo y con más corazón que cabeza. Si tuvieron opción en una jugada en la que de nuevo se encontraron con una gran intervención de Iván Villar. Cabezazo de Lejeune en el punto de penalti y vuelo sin motor del gato de Aldán, que sacó una mano izquierda a centímetros del poste izquierdo.

Tocaba el Celta que manejaba el timón y dormía el partido con uno menos. Tramo final de partido con ritmo muy lento aunque sería en el 87′ cuando llegaría el gol de la honra, aunque el maquillaje tapa más bien poco. Cabezazo que repelió Iván Villar con un paradón y Lejeune, en el rechace, la empujó con la espuela.

El gol dio vitaminas a los locales pero sin tiempo para más se llegaba al final en Mendizorroza con una victoria clara para los gallegos que no desaprovecharon los regalos de una floja defensa del conjunto babazorro.