El Lugo recibe este viernes al Zaragoza en un encuentro fundamental para los gallegos, que buscarán acabar con su mala racha (actualmente es 21º con 36 puntos) a costa de un Zaragoza que también tiene que vigilar su posición (marcha 15º con 42) para evitar sufrir en este tramo final de campeonato.
A estas alturas de la temporada, todo aficionado al fútbol sabe que el descenso comienza a quemar como un coche que ha pasado al sol toda una mañana de verano, en el que da “miedo” entrar y tocar algo que te haga pegar un salto debido a la alta temperatura. En esta ocasión tenemos el coche zaragocista, del que JIM cogió las llaves en diciembre y actualmente lo tiene aparcado en una plaza donde da sol y sombra; y el del Lugo, que ha cambiado de dueño recientemente y tiene a Rubén Albés como encargado de cambiar su vehículo o al menos ponerle un parasol.
Hablar del Lugo hoy en día es hablar de una situación por un lado complicada, pero por otro salvable. El técnico vigués viaja a Zaragoza con la esperanza de sacar tres puntos que acaben con una racha de cartorce partidos consecutivos sin conocer la victoria, pero con la vista puesta en una salvación que se encuentra a tres puntos. En declaraciones previas al encuentro, Cristian Herrera apunta que el equipo está “muy ilusionado y con muchísimas ganas de darle la vuelta a todo esto” y deja claro que son conscientes de aquello que han de mejorar, pues afirma que “más que centrarnos en el Zaragoza tenemos que centrarnos en nuestros puntos fuertes y débiles para no ser tan frágiles atrás y poder mantener la portería a cero, que es lo que te puede dar la victoria”.
Por su parte, el Zaragoza buscará mantener esa decimoquinta posición sin olvidar a sus perseguidores, pues tanto el Castellón como el Logroñés y el Cartagena entran en el margen de un partido de distancia con respecto a los blanquillos. Cristian Álvarez sabe que el choque ante el Lugo “es una final más” y asegura que “una victoria sería importantísima para nosotros y nos daría mucha tranquilidad para lo que resta de temporada”.
La última vez que ambos equipos se enfrentaron el resultado fue de victoria por la mínima para los maños, dejando el historial de duelos en un balance de nueve victorias blanquillas, seis empates y cinco triunfos para los gallegos.
Con todos estos precedentes se espera un gran partido entre ambos conjuntos, una final entre dos equipos que necesitan la victoria como un remedio refrescante para combatir el calor que despide la zona de descenso.