Con el ascenso ya certificado en el Espanyol se espera ahora un acelerón en las gestiones deportivas. Rufete ya no tiene impedimento ni cortapisa alguno para no acelerar ya los temas deportivos pendientes como la renovación de un Puado al que el club quiere blindar antes de que el jugador se vaya al europeo sub-21. Pero el propio ascenso deja decidido el futuro de algunos jugadores que, en caso de ascenso, se quedarían en el club.
Son los casos de Nany Dimata, Álvaro Vadillo, Miguel Llambrich «Miguelón» y Diego López. Los tres primeros tenían la obligación de compra por parte del club en caso de ascenso. En cualquier caso con Miguelón, se subiese o no, era intención del club quedarse con él en propiedad como ya se avanzó meses atrás. Por su parte Diego López renovó automáticamente al alcanzar los 30 partidos jugados. El ascenso también supone que algunos jugadores que se rebajaron sus fichas para jugar en Segunda, mostrando cierto compromiso con el club, recuperen ahora su anterior estatus salarial.
Pocos fichajes y pendientes de lo que ofrezca el mercado
En el club, en cualquier caso, se cree que la actual plantilla, sin variaciones, debe dar sobrada para pelear la permanencia. Eso no es óbice para que se busquen fichajes pero sin grandes inversiones. Cesiones, traspasos muy bajos o jugadores libres serán los que lleguen al RCDE Stadium en este próximo mercado de verano.
También todo dependerá de algunos jugadores cuyo futuro queda muy en el aire. Algunos de los casos cuyo futuro es de lo más incierto son Lluís López, Víctor Gómez, Pol Lozano o Matías Vargas. Especialmente los dos últimos cuyo protagonismo ha sido muy inferior este año a las órdenes de Vicente Moreno.